De los Reyes Magos (parroquiales de Melgar
de Fernamental y de Sta Mª. del Campo).
El
"Auto de los Reyes Magos"
es el primer ejemplo conocido de teatro castellano; compuesto en la segunda
mitad del siglo XII figura en las páginas sobrantes de un códice encontrado en
la Catedral de Toledo. En él los Reyes Magos tratan sobre cómo distinguir que
el Niño Jesús es Dios; creen que si cuando le presenten los regalos elige el
incienso frente al oro y la mirra será señal de su naturaleza divina. Comienza
así la escena I en la versión de Eugenio Florit:
Gaspar
(solo): "¡Dios criador!. ¡Qué
maravilla!./ ¿Cual es la estrella que así brilla?./ La veo allí por vez primera/
como si ahora mismo naciera./ ¿Nacido es el Criador/ que de las gentes es
Señor?. ...".
Baltasar
(solo): "Esta estrella no sé de
dónde viene,/ ni quien la trae ni quien la tiene./ ¿Por qué será esta señal?./
En mis días no vi tal./Cierto, nacido ha en la tierra/ aquel que en paz o en
guerra/ Señor ha de ser del Oriente/ lo mismo que del Occidente.... No hay
duda, Dios es ya nacido/ que yo lo tengo bien entendido./ Iré, le adoraré/ y
honraré y rogaré.".
Melchor
(solo): "Valga el Criador .../ Tal
estrella no estaba en el cielo,/ de esto soy yo buen estrellero./ Bien ahora lo
puedo ver/ que un hombre ha nacido de mujer, /que es Señor de toda tierra .../
¿Es?, ¿No es?/ Dudo si verdad es. (Pausa)/ Nacido es el Criador.../ Allá iré, por caridad." La escena II
transcurre con Gaspar y Baltasar.Gaspar: "Dios os sale, Señor; ¿sois buen estrellero?/ Decidme la verdad, de vos saberla quiero./ ¿Visteis jamás tal maravilla?./ ¿La estrella que en el cielo brilla?".
Baltasar:
"Nacido es el Criador/ que de las
gentes es Señor./ Iré, le adoraré".
Gaspar:
"También yo le rogaré".
Entra
Melchor.
Melchor:
"Señores, ¿a qué tierra queréis
andar?/ ¿Queréis ir conmigo al Criador honrar?/ ¿También lo habéis visto?. Yo
lo voy a adorar".
Gaspar:
"Veamos por ventura si le podremos
hallar./ Vayamos tras la estrella, veremos el lugar."
Melchor:
"¿Y cómo comprobaremos si es hombre
mortal,/ o si es rey de la tierra, o si es rey celestial?".
Baltasar:
"¿Queréis saber bien cómo lo
entenderemos?./ Oro, mirra e incienso a él ofreceremos./ Si fuere rey de
tierra, el oro lo querrá,/ si fuere hombre mortal, la mirra tomará,/ y si Rey
celestial, estos dos dejará,/ tomará el incienso que le pertenecerá".
Melchor
y Gaspar: "Andemos, pues, y así lo
haremos,/ nuestros dones le ofreceremos".
La
escena VII transcurre entre un pequeño grupo donde estarán el Niño, la Virgen y
San José con algunos pastores.
Ángel:
"Venid, pastores, afuera,/ a mirar
al Dios nacido;/ y al sonido del rabel/ cantadle lindas endechas, ...".
...
Pastor:
"Al son de panderos/ y de
castañuelas, /bailad los cabreros. ...".
Todos
los pastores: "Al son de panderos/ y
de castañuelas,/ bailad, los cabreros".
La
escena VIII y última transcurre en el mismo lugar que la anterior. Entran los
Reyes Magos.
Baltasar:
"De cierto éste es el lugar/ donde
al Rey debemos hallar."
Gaspar:
"Mirad allí recién bajado/ el que es
Señor de lo creado". ...
Se
acercan los Reyes y adoran al Niño.
Gaspar:
"Yo del oro os traigo, oh Rey de lo
creado,/ la tierra os regala lo que vos le habéis dado".
Melchor:
"Yo, como hombre eres, la mirra te
ofrecía,/ hijo del Hombre en brazos de la Virgen María".
Baltasar:
"Y yo, Señor de los cielos -Dios del
poder inmenso-,/ os doy el homenaje del humo del incienso".
Un
ángel dice: "Adorad, oh reyes,/
adorad, pastores;/ los grandes y chicos, .../ mi voz escuchad:/¡Gloria a Dios
en las alturas/ y paz en la tierra a las criaturas/ de buena voluntad!".
Es
probable que, en Navidad, los fieles cristianos de Melgar de Fernamental
representasen el "Auto de los Reyes
Magos" o algún otro similar. Para Alberto Ibáñez la ceremonia,
repetida año tras año, quedaría tan sólo en el recuerdo de actores y
espectadores: "Pero en el siglo XVI,
sin duda con el deseo de hacer permanente la escena y su recuerdo... lo efímero
de la representación se hizo muestra perenne a través de la pintura y la
escultura". Actualmente en la iglesia parroquial de Melgar, en una
capilla próxima al altar mayor, se expone el grupo escultórico de los Reyes
Magos; los Magos varían en altura entre
119 y 114 cms, y las imágenes de San José y María miden 90 cms según el
Catálogo de la exposición de Las Edades del Hombre de 1988.
Se
desconoce el nombre del autor o autores de las imágenes; muestran algunos
caracteres próximos a las escuelas de Vigarny y Diego de Siloe, pero esto es
casi como decir nada. En el sur de Francia y norte de Italia existen algunas
obras similares.
Al
ser piezas independientes se les puede -y se les debió en épocas anteriores-,
organizar en composiciones variables: desde una Sagrada Familia a una Adoración
de los Magos. Los trajes con que se visten les relaciona con las obras
teatrales del siglo XVI; el drama religioso
a medida que las representaciones se hicieron más largas y aumentaron los
elementos se desplazaron desde el altar a otras zonas del templo llegando al
atrio e incluso al exterior del templo. A partir del siglo XVII dentro de la escultura
castellana y aunque referida a la Pasión, un desarrollo similar sería el que
tiene lugar con los pasos procesionales.
No
muy lejos de Melgar de Fernamental, también en la provincia de Burgos, se alza
una iglesia con una de las torres más hermosas de Castilla: se trata de la
iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, parroquial de Santa María del Campo.
Si
el exterior es interesante no lo es menos el mobiliario litúrgico que guarda en su
interior; gran parte de él nos ilustra sobre los efectos que el paso del
tiempo, en particular las modas, ha producido sobre los retablos que conocemos ahora. Cuando las modas y la disponibilidad de efectivo lo permitía
muchos de ellos fueron sustituidos por otros más acordes con los gustos de los
tiempos; los antiguos, entonces, solían ser vendidos o sus componentes
reutilizados. En Santa Mª del Campo es el caso, p.e., de un retablo del siglo XVI, con claras características renacentistas, que adorna la
pequeña capilla de la Preceptoría ( y en algún tiempo conocida también como de
San Sebastián). En sus laterales figuran actualmente tablas pintadas que divulgan dos milagros de San Nicolás de Bari y que han sustituido no hace muchos años -1988- a unos lienzos de San Fabián y de San Sebastián; en opinión de don Primitivo Arroyo el retablo pudo proceder de la desaparecida ermita de San Sebastián que estuvo situada en el camino de Montecarros. Lo preside una imagen de piedra dorada y policromada que sostiene al Niño en su brazo izquierdo; parece haber sido realizada en la segunda mitad del siglo XV -algunos años antes que el ensamblaje del altar- desconociéndose su advocación y origen.
Su predela -también se ignora su procedencia- figura decorada con dos alto relieves algo anteriores al resto del retablo; en ellos se escenifica la Presentación de Jesús en el Templo y la Adoración de los Reyes Magos. La iconografía de esta última no es muy habitual. El tema de la Adoración de los Reyes presentaba a los artistas, al implicar cuatro personajes principales -la Virgen con el Niño y los tres Reyes-, dificultades de composición no muy fáciles de resolver. La solución adoptada por el autor de la predela de Santa Mª del Campo para conseguir la simetría consistió en aumentar el número de asistentes, recurso que según Louis Réau empezó a utilizarse a mediados del siglo XV.
Su predela -también se ignora su procedencia- figura decorada con dos alto relieves algo anteriores al resto del retablo; en ellos se escenifica la Presentación de Jesús en el Templo y la Adoración de los Reyes Magos. La iconografía de esta última no es muy habitual. El tema de la Adoración de los Reyes presentaba a los artistas, al implicar cuatro personajes principales -la Virgen con el Niño y los tres Reyes-, dificultades de composición no muy fáciles de resolver. La solución adoptada por el autor de la predela de Santa Mª del Campo para conseguir la simetría consistió en aumentar el número de asistentes, recurso que según Louis Réau empezó a utilizarse a mediados del siglo XV.
A la Virgen se la muestra sentada con el Niño desnudo en sus brazos con el más joven de los reyes arrodillado besando el pie del Niño (cuenta el Pseudo Buenaventura que los tres Reyes Magos después de haber ofrecido sus tesoros besaron los pies del Niño). San José -en postura similar a la de Melgar de Fernamental- sujeta en su mano, con una cierta ansia, uno de los regalos traídos por los Reyes . Los detalles de pintoresca familiaridad tales como la presencia de tres damas y dos caballeros en animada charla quizás fuesen debidos a la visión, por el artista que realizó la predela, de la puesta en escena de alguno de los "Misterios" (dramas religiosos medievales) tan en boga entonces.
"Crónica
del condestable Miguel Lucas de Iranzo" narra como el Condestable de
Castilla en tiempos de Enrique IV, todos los años en las fiestas de Navidades,
en las salas de su palacio, desarrollaba la representación -y a veces
hasta intervenía él-, del "misterio" llamado
la "Estoria de quando los Reyes
vinieron a adorar y dar sus presentes a Nuestro Señor Jesucristo". La
crónica cuenta así la representación del año 1462:
"Y desque ovieron çenado y levantaron las mesas, entró por la sala una dueña, cavallera en un asnico sardesco, con un niño en los braços, que representava ser nuestra señora la Virgen María con el su bendito e glorioso Fijo, e con ella Josep. Y en modo de grant devoçión, el dicho señor Condestable la recibió, e la subió arriba al asiento do estava, y la puso entre la dicha señora condesa e la señora doña Guiomar Carrillo su madre e la señora doña Juana su hermana, e las otras dueñas e doncellas que ende esta van.
En
la iconografía de la Adoración o de la Ofrenda normalmente era el rey de más
edad el primero que entregaba su regalo; no es el caso aquí que quien lo hace
es el más joven. Los tres Reyes usan coronas colocadas sobre sus gorros, siendo el
del más joven de forma cónica con la punta curvada - aparece apoyado en el suelo-, el típico gorro frigio de los "magos". Se considera que el primer texto en que se les denomina "reyes" es en la obra de Tertuliano
de principios del siglo III (en los Evangelios, tan sólo se narra el tema en Mateo
[2, 1-12]; se dice "... vinieron del
oriente a Jerusalén unos magos, ..."); el término "mago" comenzaba a considerarse
peyorativo por lo que se suprimió de las representaciones el gorro frigio de
astrólogos (y de sacerdotes de Mitra) y fue sustituido por la corona (aspecto
con el que el artista de Santa Mª del Campo no parece estar muy de acuerdo).
La
interpretación popular de la escena que refleja el relieve encierra bastante más ternura que la mía. En
Santa Mª del Campo, probablemente desde que don Primitivo Arroyo fuese el
párroco -e incluso puede que la explicación sea anterior-, se considera que
la escena representa la Adoración de los Reyes Magos acompañados por sus tres
esposas y llega a señalarse el gracioso anacronismo de una de las tres damas
que se adorna el pecho con un collar del que cuelga una pequeña cruz.
Este
bloguero "aguafiestas", con
una cierta tristeza, debe recordar p.e. que la "Y desque ovieron çenado y levantaron las mesas, entró por la sala una dueña, cavallera en un asnico sardesco, con un niño en los braços, que representava ser nuestra señora la Virgen María con el su bendito e glorioso Fijo, e con ella Josep. Y en modo de grant devoçión, el dicho señor Condestable la recibió, e la subió arriba al asiento do estava, y la puso entre la dicha señora condesa e la señora doña Guiomar Carrillo su madre e la señora doña Juana su hermana, e las otras dueñas e doncellas que ende esta van.
Y el dicho señor se retrayó a una cámara con dos pajes
muy bien vestidos, con visajes e sus coronas e las cabeças, a la manera de los
tres Reyes Magos, y sendas copas en las manos, con sus presentes. Y asi movió
por la sala adelante, muy mucho paso, e con
muy gentil contenençia, mirando el estrella que los
guiava, la qual iva por un cordel que en la dicha sala estava. E asi llegó al
cabo della, do la Virgen con su Fijo estavan, e ofresció sus presentes, con muy
grant estruendo de tronpetas e atabales y otros estormentos". Es muy probable que el artista que talló el
relieve de Santa Mª del Campo hubiera conocido alguna representación escénica
similar y fuera la fuente de su inspiración.
BIBLIOGRAFIA.
-Letizia
Arbeteta Mira, "Oro, Incienso y Mirra. Los Belenes en España", Madrid
2000.
-Primitivo
Arroyo Gonzalo, "Santa María del Campo (Burgos)", Alcalá de Henares
1954.
-Alberto
C. Ibáñez Pérez, ficha 138, cat. "El arte en la iglesia de castilla y
León", "Las Edades del Hombre", Valladolid 1988.
-Emile
Mâle, "Les Rois Mages et le drame liturgique", Gazette des Beaux-Arts,
Paris 1859.
-Juan
José Martín González, "Panorámica del catálogo", en cat. "El
arte en la iglesia de castilla y León", "Las Edades del Hombre",
Valladolid 1988.
-Juan de Mata Carriazo (ed.), "Hechos del Condestable don Miguel Lucas Iranzo", Madrid 1940.
-Juan de Mata Carriazo (ed.), "Hechos del Condestable don Miguel Lucas Iranzo", Madrid 1940.
-Louis
Réau, "Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia",
Barcelona 2008.
-Teresa
Santiuste, José Mª Herrera Torres, Emérito Puente García, "Arte e Historia
en Santa María del Campo", Palencia 2008.
NOTAS.
-El
"Auto de los reyes Magos", en su versión original, puede leerse por
internet bien en la web de la "Bibliotheca
Augustana" bien en la "Biblioteca
virtual Miguel de Cervantes". He preferido emplear en el blog parte de
la recreación de Eugenio Florit -realizada para los estudiantes de español del
Barnard College dependiente de la Universidad de Columbia de Nueva York-, por
dos razones: porque la versión de mediados del siglo XII está escrita en un
castellano ahora difícil de leer, y porque los 147 versos de la obra que nos
han llegado terminaban con la escena V, habiendo añadido Florit la escena de la
llegada de los Magos a adorar al Niño; esta adaptación del auto puede verse
completa en internet en muchas páginas web.
-He
considerado como esculturas de los Reyes Magos las que se identifican como
tales en la ficha de Alberto Ibáñez relativa al grupo de Melgar que se publicó en
el catálogo de la exposición de las Edades del Hombre de 1988. Leticia Arteta,
por el contrario, estima que San José es la figura que porta una de las
ofrendas de los Reyes en la mano -gasta calzado sin espuelas y más humilde al
igual que lo es la vestimenta-, apoyándose en que suele figurar en la pintura
europea guardando o inspeccionando los regalos traídos por los Magos.
-Juan
José Martín González señaló en el catálogo de "Las Edades del Hombre"
de 1988 que el grupo servía para exponer el Nacimiento de Jesús dentro de la
iglesia de Melgar de Fernamental, siendo "un arte que se anticipa a los "Nacimientos" que tuvieron
tanto auge desde el siglo XVII".
-No
es frecuente la presencia de mujeres en las pinturas o relieves de la Epifanía.
En la miniatura de "La Adoración de
los Magos" de las "Muy
Ricas Horas del duque de Berry" (1416) se ve tras la Virgen a dos
mujeres con nimbo seguidas de otras cuatro sin él; según Mâle son las dos
"sabias mujeres" que en los
dramas litúrgicos de los "Misterios"
se acercaban a recibir a los Magos cuando estos avanzaban hacia el Niño. En el
retablo Strozzi de Gentile Fabriano figuran también dos mujeres tras la Virgen.
Para Mâle fueron los dramas litúrgicos los que impulsaron desde finales del
siglo XII la evolución de la iconografía de la Adoración de los Magos.
-La
fotografía en blanco y negro del grupo de Fernamental está tomada del catálogo
de las Edades del Hombre de 1988; allí en color sepia y dimensiones 21x14.
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