jueves, 25 de agosto de 2011

MAESTROS (II)

Andrés de Nájera o de San Juan.

De Andrés de Nájera se ha escrito muy poco; aunque en los casos que se ha hecho lo ha sido en un sentido favorable. 
Beatrice Gilman Proske, miembro de la Hispanic Society of America, publicó en 1951 un libro titulado “Castilian Sculpture. Gothic to Renaissance” que, aunque no haya sido traducido al español, suele ser citado por los historiadores de arte que tratan de la escultura de estos períodos en España y del que esta web tomó parcialmente su encabezamiento. Vaya en su honor la traducción de sus páginas 280 a 284 en que habla de Andrés de Nájera.

“… Asociado con él [con Felipe Vigarny], en un plano de igualdad, Andrés de San Juan más conocido como Andrés de Nájera. Desde que en 1504 Simón de Colonia, oponiendose al nombramiento de personas para que valorasen su trabajo en San Pablo (Valladolid), de cuya de capacidad tenía él una mala opinión, pidió le representase Andrés de Nájera, porque era “hombre sabio y experto en los dichos oficios de talla e ymaginería”. En 1511 y 1512 trabajó con Nicolás de Vergara en un retablo. Un año más tarde Andrés valoró los paneles de Vigarny para el trasaltar de la catedral de Burgos, y en 1526 y 1528, su retablo (y de Diego de Siloe) y los estalos del coro para la capilla del Condestable. Con Vigarny ayudó a valorar el retablo de Berruguete de San Benito, actuando por la parte del monasterio, a pesar de que el escultor en una carta cordial le había animado a actuar como su representante, prefiriendole incluso a Diego de Siloe. Fue elegido de nuevo como tasador en 1531, esta vez para valorar la policromía de León Picardo del retablo mayor de la Catedral de Oviedo (240).






El primer trabajo conocido de Andrés salió a luz por primera vez en los contratos para las sillas del coro de la catedral de Santo Domingo de la Calzada en Logroño. Planeadas en 1517, se realizaron bajo la dirección de Maestro Andrés. El trabajo se comenzó poco antes de 1521, cuando los entalladores fueron contratados y Andrés fue requerido a venir tres veces al año para inspeccionar la marcha del trabajo. Muchos de los ayudantes eran de Burgos: Lucas, el ensamblador que las montó; Francisco de San Gil y Juan de Castro, tallistas de las partes decorativas tales como columnillas y canopios; junto con un sin nombre y analfabeto Borgoñón vecino de Santo Domingo y hombres llamados Sancho y Olarte. Las esculturas exentas fueron puestas en manos de Guillén de Holanda, personaje aún más enigmático que Andrés, porque es conocido tan sólo a través de estos documentos (241).


Hay diversas razones para creer que ambos escultores fueron comprometidos en otro conjunto importante de estalos, éstos para el monasterio de San Benito de Valladolid, ahora ubicados en su museo. La decisión de hacerlas fue tomada en 1525, y fueron terminadas el 1 de agosto de 1529. La responsabilidad de Nájera tiene una posible base documental, apoyada por su presencia en Valladolid en 1527 (242), mientras que la intervención de Guillén de Holanda debe presumirse de la cercana semejanza de algunas de las figuras esculpidas en las dos colecciones de sillas. Estas dos sillerías de coro, por tanto, representan los trabajos reconocidos de los dos hombres y deben ser la piedra de toque de cualquier esfuerzo por desentrañar sus personalidades artísticas, y que debido a su reputación entre sus iguales es una tarea que merecería realizarse. Las sillas de Santo Domingo dependen fuertemente de las de Vigarny en la catedral de Burgos por su concepción general, a pesar de algunas diferencias. El punto de divergencia principal es la substitución de las figuras de los santos, de cuerpo entero o de su busto, en Santo Domingo por escenas en las traseras de los asientos de Burgos, siguiendo una vieja costumbre Gótica también encontrada en León y Zamora. Las cabezas situadas dentro de conchas se han transferido a las partes posteriores de las sillas superiores para formar una crestería, y la profusa talla decorativa muestra un avance en el estilo con una mayor variedad de los motivos que llenan el espacio más densamente en una combinación enérgica de hojas y de formas grotescas tratadas por fluidas transiciones desde los bajo relieves a los alto relieves.


 




La reputación de Andrés como hombre experimentado - Berruguete le escribía, “usted ha visto las cosas finas que hay en España” (243) - implica extensas actividades. Su nombre sugiere que su lugar de origen fuera Nájera en Logroño; su presencia en Burgos, en Santo Domingo de la Calzada, y en Valladolid está documentada. Se sabe estuvo en otros dos lugares, Burgo de Osma, de dónde vino en 1526 cuando le llamaron para valorar el retablo de la capilla del Condestable, y Covarrubias. Se pueden suponer más que una efímera asociación con la última ciudad, en donde él residió en 1521 y 1528, del hecho de que a veces le llamaron Andrés de Covarrubias. En ausencia de tallas de madera de la época, el lugar más probable para buscar su intervención estaría entre los sepulcros de principios del siglo dieciseis de la iglesia colegial; pero sin ningún trabajo suyo claramente identificado para utilizar como piedra de toque, cualquier búsqueda sobre su estilo será infructuosa".
pp.280 a 284.


Cronología documentada de Andrés de Nájera o de San Juan.
-1504.- Simón de Colonia le propone como tasador de su obra en San Pablo (Valladolid).
-1504-1513.- Consta su residencia en Burgos.
-1506.- Tasa el retablo mayor de la catedral de Palencia a propuesta de Pedro de Guadalupe (por parte del Cabildo lo hace Maestro Juan Gil).
-1506-1507.- Trabaja con Bigarny en la sillería baja del coro de la Catedral de Burgos.
-1511.- Colabora con Nicolás Ibáñez de Vergara en el retablo del convento de Sta Dorotea (Burgos), hoy desaparecido.
-1513.- Es propuesto por Bigarny como tasador de los estalos altos de la sillería de la catedral de Burgos.
-1518.- Tasa con Andrés de Espinosa el retablo mayor de la catedral de Oviedo.
-1521.- Vecino de Covarrubias.
-1521-1526.- Maestre de la sillería del coro de la Catedral de Sto Domingo de la Calzada (La Rioja).
-1526.- Tasa el retablo mayor de la Capilla del Condestable de la Catedral de Burgos realizado por Diego de Siloe, Felipe Bigarny y León Picardo. Reside en Burgo de Osma.
-1525-1528.- Maestre de la sillería del coro bajo de San Benito (Valladolid).
-1528.-Tasa el retablo y el coro de la capilla de los Condestables de la catedral de Burgos que hizo maestre Felipe y Diego de Siloe. Trabaja en Berlanga.
-1532.- Carta de Berruguete.
-1545.- Consta como vecino de Valladolid.
BIBLIOGRAFÍA.

-Azcárate Ristori, José Mª, “La Escultura del siglo XVI”, Ars Hispaniae, vol. XIII, Madrid 1958.
-Camón Aznar, José. La escultura y la rejería españolas del siglo XVI. Summa Artis. Historia general del arte. Vol. XVIII. Espasa Calpe, Madrid 1961.
-Martí y Monsó, José, “Estudios Histórico-Artísticos”, Leonardo Miñón, Valladolid 1891-1901. Ed. Facsimil Ámbito Ediciones, Valladolid 1992.
-Moya Valgañón, José Gabriel, “Documentos para la Historia del Arte del Archivo Catedral de Sto. Domingo de la Calzada 1443-1563”. Instituto de Estudios Riojanos, Logroño 1986.
-Mateo Gómez, Isabel, “La Sillería del Coro de la Catedral de Burgos”, Asociación de Amigos de la Catedral de Burgos, Burgos 1997.
-Rodríguez Martínez, Luis, “Historia del Monasterio de San Benito de Valladolid”, C.A.P. y Ateneo de Valladolid, Valladolid 1981.
-Zaragoza Pascual, Ernesto, “La sillería de San Benito el Real de Valladolid”, Nova et Vetera num. 19, enero-junio de 1985.
NOTA:

J.M. Parrado del Olmo escribió en su libro "Talleres escultóricos del siglo XVI en Castilla y León": “En algunos casos puede aparecer … la existencia de algún retrato del maestro , que … estaría colgado en la casa o en el taller…. El retrato era una referencia a la firma comercial, es decir, al maestro a quien pertenecía el obrador. Se buscaba que hubiera en el mismo una referencia visual a la presencia de la personalidad del maestro, pues entonces no había anagramas referentes a las firmas comerciales como hoy sucede. Cuando llegaba un cliente a su taller, y el maestro no se encontraba en el mismo, al menos podía tener una idea concreta de su aspecto y de su personalidad a través del retrato. Y los propios oficiales y aprendices tambien podían sentir la presencia vigilante de su maestro, cuando éste estuviera ausente del mismo por las causas que fueren”
¿Sería este el caso de la CABEZA TALLADA en el uno de los róleos de la sillería de coro del monasterio de San Benito?.

CREDITOS FOTOGRÁFICOS.
-Fotos 1-2-3-4: Sillería Catedral de Burgos
-Fotos 4-5-6: Sillería Sto Domingo de la Calzada.
-Fotos 7-8-9: Sillería San Benito (Valladolid).
(rev. 20-09-11)

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