lunes, 28 de abril de 2014

SILLERÍAS DE CORO (VII)

De la sillería de coro de la catedral de Ciudad Rodrigo.
"Drôleries", Frisos y Misericordias.
"Drôleries" (II).

Algunas de las representaciones en los márgenes de los manuscritos iluminados medievales se refieren a actividades  que la tradición religiosa desaprobaba como la caza, la guerra o los juegos, pero que figuraban entre los pasatiempos favoritos de los que encargaban los manuscritos; claro está que la oposición de la Iglesia a estas prácticas fue cada vez más teórica y tolerante. La representación de un mundo pecaminoso se convertía forzosamente en la del mundo profano, adquiriendo así una legitimidad al figurar en los libros religiosos o en las sillerías de coro. La naturaleza, humana y animal, tomaba su lugar en los márgenes en un momento en que la tendencia teológica dominante le concedía una singular importancia reconociendo una finalidad al mundo profano.
La influencia del arte antiguo fue constante durante toda la Edad Media bajo modalidades muy distintas.  Uno de los principales motivos recurrentes legados a la Edad Media por la Antigüedad fue el del hombre desnudo. En la iconografía bíblica, su aparición está determinada por un puñado de temas, como la creación y caída de Adán y Eva, la resurrección de los muertos o el bautismo de Cristo, y su frecuencia está bastante limitada. En la época de la reforma gregoriana, jugó un papel importante en el decorado secundario de las iglesias, en particular sobre los capiteles y los modillones, caricaturizado brutalmente para expresar el escrúpulo por la carne. Se trata de personajes de los dos sexos exhibiendo sus órganos genitales.
A la inversa, el hombre desnudo es primero exótico y ligado a la naturaleza salvaje, pero se difunde, así mismo, en contextos en que se podía esperar verle vestido: a veces tocando la trompeta u otros instrumentos o participando en juegos deportivos, p.e. Ninguna intención especial, cómica por ejemplo, es detectable y uno se puede preguntar si la sustitución de la desnudez al vestido no traduce sencillamente la imitación de la Antigüedad.
En el arte románico existe una oposición muy marcada entre dos representaciones de los combates: el combate con armas iguales y el combate con armas desiguales. El combate con armas iguales aparece casi siempre tomado por el sentido malo, porque representa a la guerra, al torneo o al combate judicial, a los que la Iglesia desaprueba. Inversamente, el combate con armas desiguales puede representar la cruzada o las luchas espirituales y es tomado en el buen sentido; se trate de san Miguel y el dragón o de las Virtudes derrotando a los Vicios, la superioridad del bien sobre el mal se expresaba por la superioridad del armamento. Inversamente, parece difícil encontrar a un hombre desnudo tratando con un monstruo que no sea un pecador torturado y el duelo haga normalmente alusión a la discordia. En la sillería de Ciudad Rodrigo se representa la lucha de un guerrero moro contra uno cristiano; no hay que olvidar que la toma de Granada había tenido lugar pocos años antes y que su recuerdo en la sillería de coro de Toledo había sido realizada por el taller de Rodrigo Alemán.
El combate desigual entre David y Goliat parece haber sido una fuente inagotable de chistes en el siglo XIII. Para algunos estudiosos, siguiendo la literatura de las "fabliaux " francesas, Goliat se convierte bajo la ortografía de "Golias" en una designación del sexo femenino, lo que permite asimilar la conquista de una mujer con un combate contra un monstruo terrible. El combate contra el caracol  -interpretado por Lilian Randall como una alusión a la cobardía de los Lombardos-, implica un significado sexual que destaca bastante bien, p. e., en los finales de las líneas del salterio-horas de Jean de Neuville donde alterna con el combate contra el conejo, o con la justa entre un hombre y una mujer o con el tiro al trasero de una persona a punto de defecar; otro ejemplo puede ser el manuscrito del "Libro de horas" inglés Harley 6563, donde un caballero arrodillado ante un caracol deja caer la espada y el escudo, mientras que en la página siguiente le encontramos de rodillas ante una mujer armada con la espada y el escudo. Estos y otros ejemplos vienen a confirmar la interpretación de estos combates como parodias obscenas del de David contra Goliat.
Entre los temas con figuras antropomorfas de mayor aparición en los tableros quizás el más amplio sea el que podría denominarse como de escenas de la vida diaria sin ningún aparente matiz moralizador pero que suponen pequeños retratos de la vida de entonces. Son imágenes muy variables en las que se representan desde figuras como la de un hombre buscando entre la maleza
a la de un hombre sentado observando una vasija que sujeta en una de sus manos y que para el dr. López_Ríos, por "el pelo y larga barba" y "su gorrete cónico" podría ser "un médico judío, quizás portando un enema" , y que también se ha considerado pudiese representar a un médico inspeccionando la orina pues como escribía Antonio Torquemada en 1553 en los "Coloquios Satíricos "...cosa es de notar, y aún de burlar, ver a los médicos ponerse en los portales de sus casas, esperando por las mañanas, que les trayan las orinas de los lugares comarcanos donde viven ..., y assi las están mirando: como si tuviesen para conocerse las enfermedades por ellas, ... para que se les den dineros por ello".
Si bien Gómez Moreno considera que una de las escenas de los dorsales puede representar a dos hombres "disputándose un jarro" otros estudiosos consideran que realmente lo que quiso mostrar el tallista fue la actividad en un taller de alfarería pues Rodrigo Alemán gustaba de representar en sus obras oficios y actividades artísticas.
En una época en que agricultura y ganadería suponían un peso muy importante en la ocupación de los hombres no podía faltar en la decoración de la sillería alguna alusión bien a ganaderos o labradores solos o bien acompañados por algún animal doméstico. Así, en uno de los tableros se ha representado a un hombre que agarra del rabo a un cerdo para que no se escape o preparado para apuntillarle,
a un hombre persiguiendo a un animal (podría ser su perro),
a dos hombres caminando con un palo o rama en la mano,
o a un hombre bebiendo de lo que parece una calabaza o una bota; son escenas costumbristas de cualquier época, tan sólo identificable por la ropa, sin probablemente contenido moralizador alguno. [Llama la atención que en las últimas imagenes cuerpo y ropas de los hombres han sido punzonados con símbolos tales como una flor de lis, círculos o marcas similares).
Un caso algo diferente puede ser el de la representación de un hombre bien vestido, sentado y que come de un racimo de uvas; en opinión de Dorothée Heim por su ropa podría ser judío y quizás el entallador ha querido hacer referencia a la gula.
La representación de un joven que aparece recostado agarrándose a una pierna podría pertenecer a la iconografía habitual de las sillerías tardogóticas que presentaban un fin moralizador y ser una alusión a la indolencia o a la vanidad.
Y en opinión de Dorothée Heim "el hombre contemplándose en un espejo que se distingue en uno de los relieves es una alusión a la soberbia".
Este tipo de personajes estilizados situados entre motivos vegetales procede probablemente de las numerosas estampas grabadas que con esta ornamentación produjo el arte gráfico de la época. Según Hector Arenas conviene referirse a la obra del padre de Israhel van Meckenem, orfebre y grabador, también conocido como Maestro de la Pasión de Berlín; fue autor de una serie de estampas de contenido ornamental, con elementos vegetales entre los cuales se distinguen pequeñas figuras "grotescas" que aparecen cazando, luchando, disparando arcos o tocando instrumentos, en poses cómicas como en los relieves de Ciudad Rodrigo. Aunque personalmente creo que la mayor influencia en la esctructura y en los motivos que decoran los paneles de las sillas de coro de Ciudad Rodrigo fueron los grabados que figuraban en los primeros Libros de Horas impresos.
Una de las imágenes de los paneles de las sillas altas representa a un joven con la espada en la mano izquierda; la causa de su inclusión es acaso tan sólo de tipo ornamental.
El joven de la talla recuerda los personajes de una serie de grabados de Israhel van Meckenem.
Probablemente las fuentes de inspiración de Rodrigo Alemán para los motivos vegetales de los dos tableros de los estalos extremos -sitiales de honor-, de la sillería fueron los modelos que conoció en sus años de aprendizaje que procederían probablemente más de Brabante que de Castilla. Se acostumbra a citar alguno de los grabados con ornamentación vegetal de Martin Schongauer.
En los tableros de los dos sitiales de honor de Ciudad Rodrigo -situados en el extremo oriental en que la sillería se abre al altar-, el hilo conductor del desarrollo de la decoración vegetal es un tallo central que asciende en forma de S y a partir del cual brotan las hojas cuyo desarrollo ocupará toda la superficie. Si bien su estilo es similar a los grabados ornamentales de Schongauer no puede considerarse la decoración de los tableros como su copia.
El diferente estilo decorativo de los dorsales de las dos sillas altas extremas denotan los dos asientos de honor, quizás destinados a personajes de especial relevancia, si bien reproducen la misma estructura general del resto en lo que se refiere a elementos constructivos y tamaño.
BIBLIOGRAFíA:
-Héctor Luis Arena, "Las sillerías de coro del maestro Rodrigo Alemán. Las sillerías del gótico tardío en España", en B.S.E.A.A., 32 Valladolid 1966.
-Jurgis Baltrusaitis, "La Edad Media fantástica", Madrid 1994.
-Elaine C. Block, "Corpus of medieval misericords", Turnhout (Bélgica) 2004.
-Manuel Gómez-Moreno, "Catálogo Monumental de España. Provincia de Salamanca", Valencia 1967.
-Dorothee Heim, "La sillería coral de la catedral de Ciudad Rodrigo", 2008.
-Dorothee Heim, "El entallador Rodrigo Alemán. Su origen y su taller", A. E. A., nº. 68, Madrid 1995.
-Dorothee Heim, "Rodrigo Alemán die Toledaner Skulptur um 1500. Studien zum künstlerischen Dialog in Europa", Kiel 2006.
-Mateo Hernández Vegas, "Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad", Ciudad Rodrigo 1932 (ed. Valencia 2012).
-Dorothy y Henry Kraus, "Las sillerías góticas españolas", Madrid 1984.
-Fernando López-Ríos Fernández, "Arte y medicina en las misericordias de los coros españoles", Salamanca 1991.
-Isabel Mateo Gómez, "Temas profanos en la escultura gótica española. Las sillerías de coro", Madrid 1979.
-Isabel Mateo Gómez, "La batalla de los gigantes de Pollaiuolo en la sillería del coro de Ciudad Rodrigo", B.S.E.A.A., nº. 55, Valladolid 1989.
-Mª Dolores Teijeira Pablos, "La sillería coral de Rodrigo Alemán en la catedral de Ciudad Rodrigo", Salamanca 2006.
-Luis Vasallo Toranzo, "El cabildo de la catedral de Ciudad Rodrigo contra Rodrigo Alemán", A.E.A., nº.72, Madrid 1999.
-Jean Wirth, "Les marges à drôleries des manuscrits gothiques", Genène 2008.


lunes, 21 de abril de 2014

SILLERÍAS DE CORO (VII)

De la sillería de coro de la Catedral de Ciudad Rodrigo.
"Drôleries", Frisos y Misericordias.
Misericordias (II).


Uno de los recursos literarios de la poesía goliárdica era la imitación burlesca de escritos respetables; les bastaba con el cambio de unas pocas palabras para provocar la crítica o la risa. "Vinum bonum cum sapore/ bibit abbas cum priore;/ et conventus de peiore/ bibit cum tristitia..." ["El vino bueno, de sabor, lo bebe el abad con el prior, pero el convento bebe del peor con tristeza..."] es el comienzo de una parodia de una secuencia mariana convertida en una oración al vino; nos traen el recuerdo de una misericordia de la sillería de coro de la catedral de Ciudad Rodrigo donde figuran tres clérigos enfundados en odres de vino que cantan alrededor de un libro de coro donde se ha escrito la frase VI-NO PU-RO en lugar del nombre del Salmo.
Si bien Rodrigo Alemán no repetía con frecuencia en sus sillerías los mismos motivos en una misericordia de la catedral de Plasencia realizada prácticamente al mismo tiempo figuran cuatro clérigos o frailes borrachos ante un facistol; Isabel Mateo recuerda al respecto el párrafo de Erasmo en el "Elogio de la Locura" relativo a los religiosos y monjes de la época "... otros también, huyen del contacto del dinero como de un veneno, pero no de las mujeres y del vino".
Los años anteriores a la Reforma, según señaló Fray Justo Pérez de Urbel, la Iglesia atravesaba una situación lamentable motivada por la vida mundana de frailes y abades "que duermen fuera del dormitorio común, ... y en sus refectorios mientras unos tienen hambre, otros se embriagan". Los testimonios de la época son muy numerosos y Rodrigo Alemán no permanece ajeno a la crítica satírica contra la Iglesia; así, en una misericordia figura una despiadada invectiva contra un obispo o abad mitrado personificado por una figura desnuda de medio cuerpo hacia arriba, cubierta la cabeza con la mitra y sosteniendo con la mano izquierda el báculo, y de cintura para abajo representado por un animal híbrido con cuartos traseros de cuadrúpedo con cola de reptil y patas de ave de rapiña, y que para Isabel Mateo alude a la codicia y a la lujuria. Quizás no sea inutil recordar también que la sillería al completo se realiza con el consentimiento de los canónigos por lo que el permitir críticas a su propia comunidad es algo digno de respeto.
El único tema religioso incorporado en las misericordias de Ciudad Rodrigo es el de  la lucha de Sansón con el león o su equivalente de Hércules y el león de Nemea; tema frecuente en las sillerías de coro y en particular en las sillas del obispo por simbolizar, según el marqués de Villena, el estado del prelado que debe vencer la soberbia y cuidar piadosamente de las almas que le han sido encomendadas.
En esta misericordia los personajes se apoyan en una pequeña ménsula al contrario de lo que es lo habitual en la mayoría de las misericordias de Ciudad Rodrigo que lo hacen sobre una prominencia que simula el suelo; la solución adoptada en ella es similar a la empleada en la sillería de coro de la catedral de Zamora. Además, en la misericordia con Sansón se ha buscado la colocación de las figuras en escorzo de manera que la parte posterior de los cuerpos aparece en otro plano; esta forma de crear movimiento fue también empleada en Zamora, lo que lleva a Dorothée Heim a sugerir si su autor no habrá sido Juan de Bruselas que ya trabajó también con Rodrigo Alemán en Toledo. [Como recordatorio se adjunta imagen con 6 misericordias de la sillería de coro de la catedral de Zamora].


Una de las misericordias de Ciudad Rodrigo presenta, aunque muy dañada, a dos hombres desnudos sujetando un escudo; en la sillería de coro de la catedral de Zamora existen varias misericordias con figuras diversas que presentan también un escudo vacío en forma similar y todas terminadas sobre unas pequeñas ménsulas. Estos paralelismos tienden a confirmar la hipótesis de Heim acerca de la participación de Juan de Bruselas como oficial del taller de Rodrigo Alemán en Ciudad Rodrigo.
Tema habitual en el repertorio iconográfico de las sillerías tardogóticas es el de las fábulas; como no podía ser menos en Ciudad Rodrigo se incorpora la representación de alguna de ellas. Así, en una misericordia figura una zorra junto a una cigüeña que alude a la fábula de Esopo en la que cuenta que una zorra invita a comer a una cigüeña pero que tan sólo le sirve una fuente con caldo que la cigüeña con su largo pico es incapaz de tomar mientras que la zorra a lametazos lo ingiere todo; otro día es la cigüeña la que invita a la zorra a comer, y para vengarse sirve carne en trocitos presentada en una botella de cuello largo y estrecho para que la zorra no pudiera alcanzarlos mientras que ella introduce su pico para arrebatarlos por completo poco a poco. Esopo señala al final de la fábula que "Todos deben llevar con paciencia el que se les trate como ellos trataron a los otros". La edición de Steinhowel de 1501 se acompaña con el siguiente grabado:
El grabado que ilustra las primeras ediciones de Esopo muestra los dos episodios de la fábula; en las misericordias, en cambio, dado lo reducido del espacio tan sólo suele representarse el segundo, el que refleja la moraleja, como es el caso de la misericordia de Ciudad Rodrigo.
Es difícil comprender hoy el gusto por lo escatológico en la cultura medieval; textos e imágenes de los manuscritos aluden con frecuencia a los excrementos. Los excrementos no eran considerados como algo sucio, la defecación no era algo íntimo sino que podía encontrarse fácilmente en medio de las calles; formaban parte del ciclo de la vida y de la muerte por lo que aparecían representados en los Libros de Horas o en las sillerías de coro. Don Manuel Gómez Moreno en el "Catálogo Monumental de la Provincia de Salamanca" al hablar de la sillería de coro de la catedral de Ciudad Rodrigo describía así una de sus misericordias: "mendigo estercolando en sus propias bragas".
"A menudo, lo que se consideraba como bajo y sucio -escribe Michael Camille-,  se invertía para convertirse en elevado y santo, como testifica esta monja postrada ante un ano ... [fol.56r "Romance of Alexander" MS. Bodl. 264] ... Para explicar estas escenas escatológicas -prosigue Camille-, más que considerar la imaginería marginal a la luz del discurso eclesiástico, como se ha hecho hasta ahora, es preciso volverse hacia otro tipo de textos, ... La mezcla medieval de la mierda y de lo sagrado nos perturba, porque nosotros ponemos hoy lo fecal separado del resto. En lugar de no ser más que lo que es -materia-, los excrementos se han convertido en signos misteriosos a los que no encontramos ni el mismo sentido ni el mismo sabor que nuestros ancestros". Las "Fábulas de Esopo" pudieron ser una importante fuente de inspiración; así en un capítulo de la Vida de Esopo ilustrado por un grabado aparece el filósofo Rantus vaciando el vientre y a su lado Esopo.
Piensa Isabel Mateo que quizás las dos misericordias de Ciudad Rodrigo en que figura un hombre "estercolando" pudieron inspirarse en el siguiente pasaje de la vida de Esopo : "... Y después que Ranthus salió del baño lavado llegando a su casa limpiava el vientre estando presente Ysopo con el cantarillo de agua esperandole para que se lavase. E preguntole Ranthus a Ysopo. Dime porque los hombres quando salen fuera e limpian su vientre miran luego su estiercol. Respondiole Ysopo. Antiguamente como un sabio en lugar secreto assentado alimpiava su vientre aviendo en ello alegria largamente tardasse: echo el seso o meollo del celebro juntamente con las hezes fuera: y desde aquel tiempo aca los hombres por miedo de semejante caso quando salen fuera siempre catan su estiercol. Empero tu dejate de aver miedo de aquello: ca lo que no tienes no puedes perder". A la vista del texto las misericordias relacionadas podrían aludir a la "necedad humana".
Una misericordia que presenta un hombre que ha perdido su mano izquierda y lo que con ella llevase -quizás "el cantarillo de agua"-, es probable represente a Esopo, o, al menos, ha sido realizada tomando como modelo el grabado en el que aparecía éste hablando con el filósofo Ranthus mientras "estercoleaba".
Si bien la iconografía de las sillerías tardogóticas tenían, en principio, un fin moralizador o ejemplarizante en las misericordias de Ciudad Rodrigo no son muchas las que presentan claramente identificado algún vicio. En una de ellas figura un hombre que toma la comida de un recipiente y se la lleva a la boca con avidez, alegoría de la gula en su aspecto de obsesión por la comida.
En otra misericordia de la sillería aparece un niño -en realidad una persona mayor-, montado en un caballito de madera; el tema de estos juegos de niños era frecuente desde el siglo XIV hasta mediados del siglo XVI. En muchos de los primeros Libros de Horas impresos, como el empleado por Rodrigo Alemán para obtener modelos, figura un grabado que debió ser empleado por Juan de Bruselas en la realización de una misericordia de la sillería de Zamora por lo que no sería de extrañar que el de Ciudad Rodrigo derive también de él.
Para Isabel Mateo "nos encontramos ante unas representaciones de juegos infantiles naturales cuando son practicados por niños, y algo grotescas cuando son personas mayores las que intentan emularlos" y recuerda que Sebastián Brandt en la "Nave de los Locos" alude de una forma irónica a la pasión de los viejos por imitar a los niños.
La presencia de tallas inspiradas en escenas de la vida cotidiana -tema frecuente en las misericordias-, es en Ciudad Rodrigo bastante limitada. Una de ellas muestra a un hombre leyendo que en opinión de Elaine Block sería un extranjero, quizás porque gasta turbante y levita con cinturón de tela.
En otra misericordia se ha representado a un mendigo cojo, que para Isabel Mateo podría ser posiblemente un ladrón ya que "a los que la miseria llevó a robar" eran "castigados con el corte de la pierna" para que sirviesen de ejemplo. No obstante no hay que olvidar que al desconocerse el mecanismo que producía las enfermedades las enfermedades eran juzgadas como "castigo divino".
Probablemente haya que destacar la misericordia en que figura un carnicero despiezando un animal, tema este de las representaciones de oficios siempre presente en las sillerías de coro de Rodrigo Alemán; es un documento interesante de costumbres sin que suponga ningún matiz moralizador.
Los temas mitológicos eran también de representación frecuente en las sillerías de coro. Así, en Ciudad Rodrigo encontramos representadas en dos misericordias a una sirena uno de los mitos más antiguos. Casi todos los autores asignan a las sirenas el simbolismo de la seducción femenina, en base a un episodio de la Odisea, y en las sillerías de coro suelen aparecer sujetando con una mano un espejo y en el otro un peine; las que figuran en la sillería de Ciudad Rodrigo fueron realizadas por dos entalladores distintos y la que se muestra en la parte inferior de la fotografía probablemente fue realizada por un entallador que trabajó en la sillería de coro de Zamora como parece deducirse de la parte baja del cono invertido de la misericordia que termina en una pequeña ménsula.
Escribe San Isidoro en las "Etimologías" que el centauro "tiene medio cuerpo de hombre y medio de caballo. Algunos dicen que estos eran los soldados a caballo de Tesalia, que corrían en la guerra veloces, como formando un sólo cuerpo, y de aquí se fingió la existencia del centauro".
Isabel Mateo cree que la opinión que el centauro mereció al hombre medieval fue debida a "la fábula clásica en que se cuenta como el centauro es el producto de la soberbia y lujuria de Ixion al pretender los amores y la unión con Juno la esposa de Júpiter"; pero alguno de los entalladores de la sillería no lo debían tener tan claro.
Para Elaine Block un hombre visto por detrás que parece abrazar el asiento de una misericordia de la sillería representa a Atlante desnudo. En la mitología griega Atlante, o Atlas, fue un joven titán a quien Zeus condenó a cargar sobre sus hombros con los pilares que mantenían a la Tierra separada de los cielos. En las representaciones actuales se le suele mostrar sujetando un gran globo terráqueo sobre sus hombros, imagen que no se ajusta a la antigua concepción griega; suele considerarse como símbolo de fuerza o de resistencia estoica.
Un tema del que no soy capaz de encontrar su simbolismo o la razón de su presencia es la de un hombrecillo "patas arriba" que parece salir de una flor; en busca de una interpretación he llegado hasta darle la vuelta ... aunque sin resultado.
Para compensar un poco se adjunta fotografía de cuatro misericordias con indicación de los grabados que pudieron inspirarlas.
BIBLIOGRAFíA:
-Héctor Luis Arena, "Las sillerías de coro del maestro Rodrigo Alemán. Las sillerías del gótico tardío en España", en B.S.E.A.A., 32 Valladolid 1966.
-Elaine C. Block, "Corpus of Medieval Misericords. Iberia", Turnhout (Bélgica) 2004.
-Michael Camille, "Image on the Edges. The Margins of Medieval Art", London 1992 (versión francesa "Images dans les marges", Gallimard 1997)
-Ricardo García_Villoslada, "La poesía rítmica de los goliardos medievales", Madrid 1975.
-Dorothée Heim, "La sillería coral de la Catedral de Ciudad Rodrigo", Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, Valladolid 2008.
-Dorothée Heim, "El entallador Rodrigo Alemán. Su origen y su taller", A. E. A., nº. 68, Madrid 1995.
-Dorothée Heim, "Rodrigo Alemán die Toledaner Skulptur um 1500. Studien zum künstlerischen Dialog in Europa", Kiel 2006.
-Dorothée Heim, "Las intarsias de la sillería del coro de Plasencia: influencia italiana temprana en el núcleo artístico toledano", Anales de Historia del Arte, Madrid 2012.
-Manuel Gómez Moreno, "Catálogo Monumental de la Provincia de Salamanca", Madrid
-Mateo Hernández Vegas, "Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad", Ciudad Rodrigo 1932 (ed. Valencia 2012).
-Dorothy y Henry Kraus, "Las sillerías góticas españolas", Madrid 1984.
-Isabel Mateo Gómez, "Temas profanos en la escultura gótica española. Las sillerías de coro", Madrid 1979.
-Louis Rëau, "Iconografía del arte cristiano", T.I, Barcelona 2008.
-Mª Dolores Teijeira Pablos, "La sillería coral de Rodrigo Alemán en la catedral de Ciudad Rodrigo", Salamanca 2006.

NOTAS.
-Por internet en la Biblioteca del Congreso USA ("Digital Collections") pueden ojearse dos ejemplares de la Vida de Esopo correspondientes a las ediciones de Steinhowel del año 1479 (en alemán) y de 1521 (español) de donde se han tomado las fotografías de los grabados y el texto relativos a Esopo incluidos en el blog.
-El manuscrito del Romance of Alexander, MS Bodl. 264, puede verse por internet en la Bodleian Library de la University of Oxford, mediante el buscador LUNA.
-Los estudiosos de las sillerías de coro suelen discutir si el programa iconográfico marginal o profano era señalado a los entalladores por los clérigos o monjes que encargaban la sillería o si quedaba al arbitrio de los artistas. En el caso de Ciudad Rodrigo dado que el Libro de Horas impreso que utilizó el taller de Rodrigo Alemán para inspirarse en alguna de las tallas -incluso de las más críticas con el estamento religioso-, pertenecía a la catedral parece indicarnos que la participación del cabildo, o de alguno de sus componentes como podría ser el canónigo fabriquero, no fue neutra.