jueves, 26 de septiembre de 2013

MAESTROS (V)

Alejo de Vahía, "ymaginario"; su taller y escuela.
II. Sobre la "cocina" de la Historia del arte.


"Vahía (Alexo de) escultor y vecino de Becerril en Castilla la vieja. Executó el año de 1505 las estatuas de S. Juan y de la Magdalena, que están a los lados de la sunción de nuestra Señora en el retablo mayor antiguo de la catedral de Palencia".
                            (Ceán Bermúdez, "Diccionario Histórico ...", Madrid 1800)

Alejo de Vahía, escultor y vecino de Becerril, durante ciento setenta años fue tan sólo para los historiadores de arte una voz tomada del diccionario de Ceán Bermúdez; y ni aún eso para los más exigentes, pues en el retablo mayor de la catedral de Palencia, no figuraban unas estatuas de san Juan ni de la Magdalena a los lados de la imagen de la Asunción.
G. Weise, en su estudio "Spanische Plastik aus sieben Jahrhunderten" agrupó en 1925 un conjunto de obras que respondían a determinados patrones estilísticos bajo un mismo nombre anónimo; entre ellas el "Encuentro ante la Puerta Dorada" de la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava, la "Santa Ana con la Virgen y el Niño" de la catedral de Palencia o la "Virgen con el Niño" de Monzón de Campos. Creía que un mismo escultor anónimo las había realizado.
 
Cuarenta años después Federico Wattemberg añadía nuevas obras -como la Magdalena del retablo mayor de la catedral de Palencia-, a las propuestas por Weis, dedicaba una exposición monográfica a su autor anónimo y le denominaba Maestro de Santa Cruz (en base a que alguna de aquellas obras -tal que una talla de santo Tomás de Aquino de la puerta de la biblioteca-, había sido realizada para el Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid).
En 1970 Ignace Vandevivere, al investigar la obra del pintor Juan de Flandes en el retablo mayor de la Catedral de Palencia realiza un estudio comparativo de los textos contenidos en el "Libro de las obras" de la catedral con las piezas existentes en el retablo. Así p.e. se fija en el siguiente pasaje: "En Palençia, quatro de junio de MDV, los señores Don Gonzalo Çapata, deán, y Don Cristoval de Merodio, maestrescuela de Palençia, deputados para lo infraescrito, estando todos los otros sus colegas absentes de la çibdad y no podiendo entonçe en ello entender, dieron a fazer a Alexo de Vahia, ymaginario veçino de Bezerril que estava presente, y él las tomó, doss ymágines para el dicho retablo: una de señor Sant Juan Batista y otra de la Madalena, de bulto y madera de nogal bueno sano y limpio, acabadas en perfeçión y puestas en Palençia, todo a su costa solo lo que toca a su ofiçio de ymaginario. Conviene a saber: con sus insygnias, e la de Sant Juan en que aya çinco palmos y medio de vara para la parte de la mano yzquierda de la Asunçión en el medio, y la de la Madalena en que aya çinco palmos de vara para la mano derecha de la Asunçion en lo alto. Y en lo del preçio que, porque los dichos señores querían darle tress mill maravedís por demás y él quería quatro mill maravedís, quando que, traydas las dichas ymágines y acabadas, las viese Pedro de Guadalupe entallador, y, segund le paresçiese, determinase y mandase entre estos 3.000 o 4.000 lo que se pagase, no baxando de los 3.000 ni subiendo de los 4.000; para lo qual le dieron poder y prometieron de estár por lo que asy determinase. ... amas partes se obligaron vez, los dichos señores por la hazienda de la donaçion de las dichas 300.000 que para esto avía, e el dicho Alexo por sy, ...". ("Libro de las obras", fol. CV, Archivo de la Catedral de Palencia).
De las dos esculturas citadas en el documento tan sólo se ha conservado en el retablo mayor de la catedral de Palencia la de la Magdalena (la de san Juan nunca llegó a estarlo); ocupa actualmente el nicho superior del tramo lateral derecho del retablo. Su altura de 110 cm es aproximadamente la indicada en el contrato: 5 palmos de vara castellanos ( unos 105 cm). La escultura fue añadida al retablo realizado por Bigarny cuando la ampliación de este entre 1525 y 1527; su policromía original (conservada en algunas partes) es del mismo estilo y factura que las de las otras imágenes tratadas por los pintores doradores Alonso y Andrés de Espinosa, pero su estilo, vestido y plástica gótica la hace distinta de las otras esculturas del retablo. Que la estatua representa una Magdalena se reconoce por su atributo, el vaso de perfumes.
A partir de la escultura de la Magdalena se pueden definir algunos rasgos característicos de la plástica de Alejo de Vahía. Julia Ara, teniendo en cuenta los trabajos citados antes, publicó en 1974 una monografía en la que los sintetiza y elabora al mismo tiempo que realiza el primer catálogo de la obra de Alejo de Vahía. Desde entonces al escultor se le comenzaron a adjudicar tallas por la única razón de presentar alguna de las características de su particular lenguaje formal, y que probablemente fueron realizadas indiferentemente por él, por su taller o por su escuela.
Uno de los esquemas geométricos básicos que utiliza el imaginero para los rostros es el oval, alargado y fino. El cabello -en las figuras femeninas-, partido en el centro presenta a la altura de las orejas dos grandes ondas salientes, y a partir de allí se divide en mechones que se entrelazan formando curvas. Las cejas se forman mediante un arco de circunferencia continuo que va de la sien a la nariz; los ojos son abultados y algo caídos hacia los lados. La nariz afilada y un poco redondeada en la punta; la boca recta terminada en dos pequeños pliegues verticales en las comisuras. Y la barbilla, prominente, redondeada y pequeña.
En otras ocasiones el esquema que utiliza para los rostros, especialmente femeninos de personas de una cierta edad, es el circular al que se añaden elementos poligonales superpuestos para crear referencias, como los plegados de los mantos sobre las tocas, con dos ondas sobre los hombros o los tres dobleces en la parte superior. Este y otros estilemas los deducirá Julia Ara de un numeroso grupo de esculturas que se conservaban en el pueblo de Becerril de Campos (Palencia) de donde Alejo de Vahia, "ymaginario", era vecino.
En las cabezas masculinas es muy frecuente que aparezcan dos pequeños rizos simétricos en el centro de la frente, aunque como es lógico hay excepciones a este tipo de peinado. La barba suele presentar unas ondas simétricas que parte de las comisuras de los labios y que dejan un espacio vacío debajo del labio inferior en forma de copa.
Además de las características físicas anteriores de los rostros el escultor repite con frecuencia una serie de detalles de los vestidos y de los pliegues de estos; así el conjunto de pliegues con forma de trapecio que terminan en un ángulo agudo, el vuelo curvo de las bocamangas, los dos tipos de "perizonium" -uno horizontal que se anuda en la cadera, el otro con uno de los extremos pasando entre las piernas-, o el sistema de pliegues lineales cuando las cabezas femeninas se cubren con velos. Incluso es habitual que las indumentarias se repitan. 
Julia Ara añade en su monografía sobre el escultor una lámina, realizada por Jesús Sancho, con esquemas que se repiten en las obras del "círculo" de Alejo de Vahía y cuya miniatura presento como referencia.
Si bien los estilemas del círculo de Alejo -él, su taller y su escuela-, se obtuvieron partiendo de las características que presenta la escultura de la Magdalena de la catedral de Palencia, por ser su única pieza hasta ahora documentada, se fueron ampliando a partir de las figuras pertenecientes a un grupo en el que una de las esculturas las repita claramente.  Un ejemplo puede ser el de la Piedad de la iglesia de La Magdalena de Valladolid -en la que aparecen cuatro figuras- o el del grupo de Llanto por Cristo muerto de Bolaños de Campos (conservado actualmente en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid) en el que figuran ocho.
En el Museo Marés de Barcelona se expone una talla de un San Juan Bautista que para Joaquín Yarza podría haber sido la que realizó Alejo de Vahía para la catedral de Palencia: "Y una image de la Madalena de nogal que fizo Alexo, porque la otra de San Juan, levó Pedro de Robles para Santa Clara que de que pagó al señor deán que estava presente y confesó tener mill y quatroçientos maravedís porque se avía dado a Santa Clara" dice un inventario del 23 de agosto de 1506 del Libro de las obras que se conserva en el Archivo de la Catedral de Palencia. Desgraciadamente Yarza no explicita las razones en que fundamenta su atribución salvo indicar que la talla del museo mide 118 cm frente a los "cinco palmos y medio" (unos 115,5 cm) que se indicaban en el contrato y que "de Palencia proviene, parece ser" [característico de este museo es desconocer la procedencia y la forma en que le llegaron u obtuvieron las piezas de que dispone incluso cuando es un crucifijo de 2 metros].
Conviene señalar que la mayor parte de la escultura castellana de finales del siglo XV o comienzos del XVI "se encuentra en los límites entre arte y artesanía" en palabras de Jesús Parrado, y "prueba de ello es la repetición de tipos e imágenes en los talleres y escuelas de la escultura española del momento ... el artista, a diferencia del artesano, crea un objeto único, individual, mientras que el segundo tiende a la repetición en serie de los mismos tipos". A este respecto es significativo que Alejo de Vahía realizó numerosas esculturas de San Juan Bautista; p.e. en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, se expone otra escultura de San Juan Bautista - 71 cm de altura-, procedente de Bolaños (Tierra de Campos) realizada por él o por su taller de similares características.
Julia Ara en su libro sobre la escultura gótica en Valladolid y su provincia citaba otras dos -adjuntando fotografía-, que circulaban en ese momento en el comercio de antigüedades, una de 110 cm de altura procedente de Mayorga de Campos y otra de 120 cm con la policromía completamente deteriorada. En la Universidad de Granada existe una de 91 cm -no dispongo de foto-, donada por Gómez-Moreno (figuró en la exposición de "El Legado Gómez-Moreno" de 1973 y en la del Patrimonio de la Universidad de Granada de 2006). En el Museo Diocesano de Palencia, procedente de la iglesia de San Esteban de Castromocho (Palencia), se exhibe una imagen muy repintada de San Juan Bautista (84 cm de altura); tanto la de Bolaños como la de Castromocho deben ser consideradas como obras de taller.
Yarza cita otras dos imágenes del Bautista realizadas por Alejo circulando por el comercio anticuario de Barcelona en los años noventa del pasado siglo; carezco de reproducciones fotográficas y desconozco su aspecto. La cofradía de San Juan Bautista -ahora fusionada con la Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro, y la Archicofradía de las Cinco Llagas de San Francisco-, de la ciudad de Palencia dispone desde su fundación -que ya se documenta a principios del siglo XVI-, de una imagen del santo, de unos 80 cm, realizada por Alejo; la cofradía, que no tenía un carácter penitencial, sacaba la imagen titular de San Juan Bautista llevada a hombros normalmente por cuatro estudiantes. Su parecido con las antes citadas hace sospechar de la existencia de otro ejemplar autógrafo desaparecido que sirvió de modelo.
La imagen de la cofradía palentina -en excelente estado de conservación-, muestra los estilemas característicos del artista y policromía del siglo XVI. La cabeza presenta sobre la frente los tradicionales rizos, la barba nace a los lados del labio superior y exhibe su típica forma, la boca figura entreabierta, la nariz recta y los ojos caídos. Levanta la mano derecha señalando hacia el libro sobre el que reposa el cordero. Viste la clásica túnica de pieles dorada de forma un tanto incongruente con una ropa ascética; se ciñe con un anudado cinturón de tela. El manto cubre el hombro izquierdo dejando el derecho al aire.Las piernas desnudas con la derecha ligeramente avanzada.
A cinco siglos de distancia vemos la figura de Alejo de Vahía como la de un maestro de finales del gótico superado por una nueva corriente estilística, la renacentista, en la que no sabe integrarse. Al fracasar con los promotores de la diócesis de Palencia, que prefieren a los escultores venidos de Burgos, sigue refugiado en el medio rural -en una población campesina como es la de Tierra de Campos-, con unos tipos que repite una y otra vez dotados con unas características consideradas como ya superadas por los elementos más renovadores de la sociedad .

BIBLIOGRAFIA.

-Clementina Julia Ara Gil, "En torno al escultor Alejo de Vahía (1490-1510)", Universidad de Valladolid 1974.
-Clementina Julia Ara Gil, "Escultura gótica en Valladolid y su provincia", Valladolid 1977.
-Clementina Julia Ara Gil, "Imaginería gótica palentina", en "Jornadas sobre el Gótico en la provincia de Palencia, Palencia 1988.
-J.A. Ceán Bermúdez, "Diccionario Histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España", vol. V, Madrid 1800.
-Rafael Ángel Martínez González, "Las cofradías Penitenciales de Palencia", Palencia 1979.
-Luis García Montes, "Medidas antiguas: La Vara", en "Toletvm", Toledo 2011.
-Jesús María Parrado del Olmo, "Talleres escultóricos del siglo XVI en Castilla y León. Arte como idea, arte como empresa comercial", Valladolid 2002
-Francisco Portela, "La escultura del Renacimiento en Palencia", Palencia 1977
-Ignace Vandevivere, "L'intervention du sculpteur hispano-rhénan Alejo de Vahía dans le "Retable Mayor" de la Cathedrale de Palencia (1505)", "Melanges dàrchéologie et d'histoire de l'art offers au Professeur Jacques Lavalleye", Louvain 1970.
-Luis Vasallo Toranzo, ficha nº. 10, cat. "Memorias y Esplendores", exp. Las Edades del Hombre, Palencia 1999
-Federico Wattenberg, "Exposición de la obra del Maestro de Santa Cruz de Valladolid", Publicaciones del Museo Nacional de Escultura, Valladolid 1964-65.
-Federico Wattenberg, "Exposición Conmemorativa del V Centenario del matrimonio de los Reyes Católicos", Madrid 1969.
-Joaquín Yarza Luaces, "Alejo de Vahía y su escuela. Nuevas obras", "Miscelánea de Arte: Homenaje a Diego Angulo", Madrid 1982.
-Joaquín Yarza Luaces, "Alejo de Vahía mestre d'imatges", Cat Expo. Museo Frederic Marés (ed. bilingue), Barcelona 2001.
-Joaquín Yarza Luaces, Definición y ambigüedad del tardogótico palentino: escultura", Palencia 1987.

NOTAS.
-Durante un tiempo, y por un error de interpretación de un contrato, la obra del "Maestro de Santa Cruz" fue asignada y reconocida como de Rodrigo de León por Federico Wattenberg. Martín González sería el que aclararía el error demostrando que  el trabajo de Rodrigo de León era el de un entallador tan sólo.
-La realización del retablo mayor de la catedral de Palencia fue complicada. Un extracto muy resumido de sus fases constructivas podría ser este:
Fray Diego de Deza toma posesión de la diócesis de Palencia el año 1500. Dona 300.000 maravedís para la realización del retablo de la capilla mayor de la catedral (entonces la conocida como del Sagrario) en 1504. Se contrata el mismo año con Pedro de Guadalupe, entallador, la realización de la mazonería del retablo a imitación del de la capilla del Colegio de Santa Cruz de Valladolid. En 1505 se encargan a Alejo de Vahía dos esculturas -San Juan Bautista y La Magdalena-, para el retablo; parece ser que como prueba por parte del cabildo para encomendarle, si gustaban al obispo, el resto de la escultura. Poco después el propio obispo fray Diego de Deza encarga y contrata con Felipe Vigarny la realización de las esculturas del retablo. El trabajo se finaliza y se entrega en agosto de 1506, sin policromar, almacenándose en una sala del Hospital de San Antolín la estructura del retablo y la escultura de La Magdalena de Alejo (la de San Juan Bautista fue vendida a las monjas clarisas de Palencia). En 1509 Vigarny termina de entregar todas las imágenes. El nuevo obispo Juan Rodríguez de Fonseca decide trasladar la Capilla Mayor al lugar actual; como es mucho más grande que la del Sagrario se encomienda a Juan de Flandes realice once tablas para la ampliación del retablo. Nueve años mas tarde, 1518, se confía a Pedro Manso la ampliación de la mazonería del retablo, y al año siguiente se compromete con Juan de Balmaseda la realización del Calvario. En 1522 Pedro Manso entrega la obra acabada -es la primera vez que se cita como asentada-, pero sin policromar. En 1525 se contrata el dorado y policromado con los hermanos Espinosa. Las obras de dorado se finalizan el 8 de mayo de 1527; habían pasado 23 años desde que se iniciase el retablo. A partir de aquí, y hasta el momento actual, las modificaciones que se han realizado, con el retablo ya asentado, acabado y policromado pueden considerarse como menores.
-Sobre el "palmo" cuenta Luis García Montes "que se hicieron verificaciones estadísticas" del tipo de "a la salida de misa apartaron un centenar de hombres adultos a los que midieron dichos miembros y su resultado medio fue exactamente":
El codo: media vara, equivalente hoy a 418 milímetros.
El pie: tercio de vara ó 278,6 milímetros.
La cuarta: cuarta parte de la vara, ó 208,9 milímetros".
A la cuarta también se la conocía como palmo.

lunes, 16 de septiembre de 2013

MAESTROS (V)

Alejo de Vahía, "ymaginario"; su taller y escuela.
I. INTRODUCCIÓN. APUNTE BIOGRÁFICO.


"En Palençia, quatro de junio de MDV, los señores Don Gonzalo Çapata, deán, y Don Cristoval de Merodio, maestrescuela de Palençia, deputados para lo infraescrito, estando todos los otros sus colegas absentes de la çibdad y no podiendo entonçe en ello entender, dieron a fazer a Alexo de Vahia, ymaginario veçino de Bezerril que estava presente, y él las tomó, doss ymágines para el dicho retablo: una de señor Sant Juan Batista y otra de la Madalena, de bulto y madera de nogal bueno sano y limpio, acabadas en perfeçión y puestas en Palençia, todo a su costa solo lo que toca a su ofiçio de ymaginario. ...". 
                                   ("Libro de las obras", fol. CV, Archivo de la Catedral de Palencia)

En el rincón de una de las salas del museo de arte sacro de Paredes de Nava -una sala con aspecto de almacén-, se guarda una talla que cuenta una historia de amor entre dos viejos. De una parte Joaquín, rico en extremo según "consta en las historias de las doce tribus de Israel ...", cuyas ofrendas le fueron rechazadas porque no había engendrado sucesor en Israel, y ante lo cual se retiró al campo para hacer penitencia.
De otra parte Ana, mujer ya mayor -como se quiere indicar con la doble toca que enmarca su rostro-, que se lamentaba de su esterilidad hasta que un ángel apareció ante ella diciéndola: "Ana,Ana, el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás y parirás, y se hablará de tu progenitura en toda la tierra".
La escultura que se guarda en el museo de Paredes de Nava cuenta una historia de amor sin palabras simbolizada por un encuentro y un abrazo. La historia -tomada del Protoevangelio apócrifo de Santiago y popularizada por "La Leyenda Dorada" de Santiago de la Vorágine- se resume así: Tras veinte años de matrimonio, Joaquín y Ana seguían sin descendencia, por lo que el sumo sacerdote se negó a aceptar la ofrenda que Joaquín llevó al templo; entristecido se alejó al campo con sus pastores. Pronto, el arcángel Gabriel se le apareció, lo mismo que a Ana que estaba sola en Jerusalén y les anunció el nacimiento de una niña. Los dos viejos se encontrarían ante la Puerta Dorada de Jerusalén y se abrazarían contentos; el beso -representación de Giotto-, o el abrazo de Joaquín y Ana fue elegido durante la Edad Media como expresión iconográfica de la concepción de la Virgen. Aunque muchas veces condenada -en particular por los dominicos-, la creencia en el "beso fecundante" persistió hasta que el Papa Inocencio XI la condenó oficialmente en un decreto promulgado en 1677.
La escultura quizás un día presidió el retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava rodeada por seis tablas en las que el pintor Pedro Berruguete cuenta parte de la historia que se narraba en los Evangelios apócrifos para satisfacer la curiosidad de los fieles pues los canónicos no decían nada. Con el paso del tiempo el retablo envejeció -y quizás se quedó pequeño al aumentarse la cabecera de la iglesia-, y con la nueva época llegaron nuevos gustos, el edificio de la iglesia terminó de reformarse, el retablo fue rehecho y la talla de Joaquín y Ana acabó arrinconada en un almacén. Aunque no así la cuestión de si la Virgen fue concebida exenta del pecado original; este debate opuso a los teólogos durante siglos, a veces incluso de forma violenta, hasta la proclamación en 1854 del dogma de la Inmaculada Concepción de María.
Las anteriores disputas tuvieron poco impacto en la iconografía de Ana. Si el Protoevangelio señala claramente que quedó encinta a una edad tardía, gracias a un intervención sobrenatural, la Leyenda Dorada cuenta que, a la muerte de Joaquín, Ana tuvo otros dos maridos -Cléophas y Salomé-, de quienes tuvo descendencia. Esta narración tuvo gran éxito en todas las capas de la sociedad en el centro de Europa, en especial en el territorio de la actual Alemania, y se ilustró ampliamente en pintura y escultura; sus representaciones fueron conocidas como la "Santa parentela" o la "Gran parentela" cuando agrupaban a muchos personajes. La historia santa servía evidentemente de pretexto para evocar la intimidad familiar, al tiempo que exaltaba el matriarcado y la importancia de los lazos familiares. Pero en 1563 el Concilio de Trento rechazó que hubiera existido el triple matrimonio de Ana, por lo que pintores y escultores terminarían por limitarse a representaciones con tan sólo dos parejas, Ana-Joaquín y María-José. En el pequeño museo de la catedral de Palencia se conserva una escultura de Alejo de Vahia en la que se representa a Santa Ana sosteniendo a la Virgen y al Niño, grupo conocido en la época de su realización como "Santa Ana Triple", "Las tres generaciones" o la "Pequeña parentela".
En el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid se muestran una escultura de la Virgen y otra de san Gabriel de un grupo de la "Anunciación" -también conocida como "Salutación angélica"-, procedente de Bolaños de Campos; el origen iconográfico es el Evangelio de Lucas [1:26-37]: "Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, ...". Miden unos 70 cm de alto y formaron parte de un retablo en opinión de Ara Gil.
No existe ningún documento conocido actualmente que nos indique a cual de las tres iglesias que tuvo Bolaños perteneció. En un inventario de 1970 - catalogada la imagen como la de una santa-, se indica que la escultura de la Virgen se encontraba en la sacristía de la iglesia de Santa María; en 1974 ya había pasado al Museo Diocesano donde actualmente se encuentra.
La Virgen, de pie, aparece sosteniendo con su mano izquierda un libro abierto, al tiempo que levanta la derecha con un ademán característico de saludo; lleva la cabeza descubierta con una diadema sobre la frente. Para los artistas de la Edad Media que no se preocupaban, en demasía, por los anacronismos el libro acostumbra a ser un misal o un Libro de Horas.
El ángel de la Anunciación, ¿San Gabriel?, viste alba, manto sujeto por un broche de orfebrería y una estola que le cruza el pecho; en la mano izquierda, como parece indicarlo la posición de sus dedos, tendría el bastón de mensajero -un cetro o un tallo de lirio-, ahora perdido. Uno de sus pies, en una graciosa actitud, parece señalar una actitud de reverencia o una posición de avanzar hacia la destinataria del mensaje; tras el concilio de Trento, según Louis Réau, al ángel se le representará en el aire como reacción ante la excesiva "familiaridad" del arte religioso del siglo XV.
Al finalizar la Edad Media las representaciones artísticas comenzaron a valorarse por su aptitud para provocar emociones en los fieles; se establecía una relación directa entre los movimientos del cuerpo y los estados de ánimo, idea que se llevaría a su extremo máximo en el Renacimiento. En los primeros momentos una serie de códigos gestuales, como detalles anecdóticos tomados de la vida cotidiana, hicieron su aparición; es quizás la razón de la dosis de naturalismo que aporta el movimiento de uno de los pies del ángel de esta Anunciación.
Este grupo puede ser representativo de la estética que deseaba la clientela mayoritaria del escultor, la de las parroquias y sobre todo las rurales; no se  debe olvidar además que la festividad de la Anunciación -que se celebra el 25 de marzo-, era la fiesta patronal de diferentes gremios y la fiesta de la fecundidad para los campesinos.
En la iglesia de La Magdalena de Valladolid en un altar barroco situado en el lado de la Epístola se aloja una imagen realizada a finales del siglo XV; una imagen que perteneció a la cofradía de los Dolores, y que desde el año 1605 había estado situada en una capilla del lado del Evangelio dando nombre a un altar -la Quinta Angustia-, de la que se desconoce su destino originario puesto que la iglesia fue levantada con posterioridad; algunos historiadores de arte [Watteberg p.e.] han insinuado perteneció a uno de los primeros altares renacentistas de la ciudad -el de la capilla del Colegio de Santa Cruz-, pero al menos hasta el momento la afirmación no ha sido documentada.
La iconografía que se representa no es la habitual en el tema de la Piedad o Quinta Angustia pues es más frecuente que figure tan sólo la Virgen con su Hijo muerto en el regazo, aunque Henri Mâle, p.e., contempla la posibilidad de grupos con más personajes  En este caso se han incorporado otras dos figuras a las de la Virgen con su Hijo: la de San Juan que sostiene la cabeza de Cristo,
y la de María Magdalena abrazada a sus rodillas y junto al pomo de los perfumes.
Se ha buscado mostrar una escena que nos acerque sentimentalmente al drama de la muerte. En este caso la representación de la Piedad se acerca más a la habitual del Llanto sobre Cristo Muerto en la que a las figuras anteriores se suelen añadir las de José de Arimatea, Nicodemo y las Santas Mujeres.
El grupo fue policromado de nuevo y a la Virgen se le pusieron ojos de cristal probablemente cuando se hizo el retablo, siglo XVIII, en el que se encuentra actualmente situado.
 
El tema iconográfico, en el decir de Ara Gil, se encuentra esbozado en las "Meditaciones de la Pasión" atribuidas a San Buenaventura -pero compuestas por un franciscano desconocido en la primera mitad del siglo XIV-, como reflexión para la Hora de Vísperas del Viernes: "Nuestra Señora apoya en su seno la cabeza y las espaldas [de Jesús]; la Magdalena coge aquellos pies en donde había encontrado en otro tiempo tanta gracia".
En el Museo de San Gregorio de Valladolid se muestra una escultura de madera policromada de un metro de altura una veces titulada como San Jerónimo y últimamente, tras razonada opinión de José Ignacio Hernández, como San Buenaventura el mayor teólogo de la Orden franciscana; de rostro imberbe, cubre su cabeza con un sombrero bajo el que lleva la capucha de sus ropas de cardenal, sostiene un libro abierto y lo que parece un tronco de árbol dadas las raíces de su parte inferior que podría aludir al "Arbor Vitae" (concepto de uno de los textos de san Buenaventura).
Los ojos caídos y abultados, el modo de resolver el pliegue a la altura de la parte baja de la nariz, los dedos alargados, los plegados trapezoidales de sus ropas o el pie sobresaliendo son rasgos que ayudan a asignarle a Alejo de Vahía a pesar de desconocerse -tan sólo se sabe que la figura durante un tiempo perteneció a la colección Inurria-,el destino original de la pieza. Para Federico Wattemberg "pocas imágenes de ésta época poseen en nuestra comarca la elegancia y resumen tan cabalmente el espíritu cortesano de la sociedad europea y española" como ésta pieza.
Las obras anteriores se piensa fueron realizadas por Alejo de Vahía y su taller. El escultor  falleció en 1515; dejó mujer y dos hijos -Bastian o Sebastian y Copin Vaya-, uno de los cuales al menos tuvo como medio de vida habitual la participación en "empresas artísticas" promovidas por el concejo.
Su nombre aparece en 1508 como uno de los hidalgos a los que el concejo de Becerril -donde vivió por espacio de casi treinta años-, puso en pleito (enfrentamiento de labradores enriquecidos contra las redes clientelares señoriales -Almirante Enrique, Duque de Nájera, Condestable de Castilla, ...-, en las que se integró Alejo de Vahía).
En el año de 1500 fue nombrado "apreciador" (garante del correcto establecimiento del mercado, encargado de fijar los precios y depositario de las pesas y medidas del concejo), cargo que las ordenanzas de la villa consideraban ser "de honrra tanto o mas que el rregidor", y que presuponía en el nombrado un patrimonio equivalente al del grupo más reducido de la oligarquía local. En el Libro de ordenanzas municipales, fol. 110v, del Archivo municipal de Becerril de Campos se recoge: "...pero dogal e alexo vaya ymaginero fueron nombrados el dicho pero dogal por fiel del concejo e el dicho alexo vaya ymaginero por apreciador e despues de asy nombrados .... a cabsa de non husar de los dichos oficios asentaron byvienda con el sennor almirante de castilla ...". 
Las primeras obras en Castilla de Alejo vaya, vayan o Alejo ymaginero -nombres con los que figura en la documentación concejil-, corresponden a los años ochenta del siglo XV. La única escultura documentada que se le conoce es una imagen de María Magdalena que se aloja en uno de los nichos del retablo mayor de la catedral de Palencia. 
No se sabe su fecha de nacimiento ni su lugar de origen aunque por su estilo artístico se le supone, a menudo, renano procedente de la zona del bajo Rin.

BIBLIOGRAFÍA.

-Clementina Julia Ara Gil, "En torno al escultor Alejo de Vahía (1490-1510)", Universidad de Valladolid 1974.
-Clementina Julia Ara Gil, "Escultura gótica en Valladolid y su provincia", Valladolid 1977.
-Clementina Julia Ara Gil, "Imaginería gótica palentina", en "Jornadas sobre el Gótico en la provincia de Palencia, Palencia 1988.
-J.A. Ceán Bermúdez, "Diccionario Histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España", vol. V, Madrid 1800.
-Jose Ignacio Hernández Redondo, Ficha nº. 12 Cat, colec. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Madrid 2009.
-Hipólito Rafael Oliva Herrer, "Perfil sociológico e implicaciones políticas del artista a fines de la Edad Media: consideraciones a partir de la Figura de Alejo de Vahía y otros artistas en Becerril de Campos", BSEAA, 1999.
-Francisco Portela, "La escultura del Renacimiento en Palencia", Palencia 1977
-Louis Réau, "Iconografía del arte cristiano. Iconografia de la Biblia.Nuevo Testamento", t.1, vol.2, Barcelona edic. 2008.
-Ignace Vandevivere, "L'intervention du sculpteur hispano-rhénan Alejo de Vahía dans le "Retable Mayor" de la Cathedrale de Palencia (1505)", "Melanges dàrchéologie et d'histoire de l'art offers au Professeur Jacques Lavalleye", Louvain 1970.
-Federico Wattenberg, "Exposición de la obra del Maestro de Santa Cruz de Valladolid", Publicaciones del Museo Nacional de Escultura, Valladolid 1964-65.
-Joaquín Yarza Luaces, "Alejo de Vahía y su escuela. Nuevas obras", "Miscelánea de Arte: Homenaje a Diego Angulo", Madrid 1982.
-Joaquín Yarza Luaces, "Alejo de Vahía", Cat Expo. Museo Frederic Marés (ed. bilingue), Barcelona 2001.

NOTAS.
-En los anteriores artículos de este blog se ha tratado de Gil de Siloe por considerar fue uno de los primeros artistas -en el sentido moderno de la palabra-, que trabajaron en la Península en el siglo XV; pero en la época medieval el término "arte" significaba "artesanía" término intercambiable con el de "oficio" u "ocupación". Se ha elegido, ahora, reflejar la obra de Alejo de Vahia por ser representativo de los buenos artesanos que trabajaron durante la transición de los siglos XV y XVI en el ámbito castellano.
-La Comarca de Tierra de Campos a comienzos del siglo XVI se caracterizaba por la presencia abundante de núcleos de población con elevado número de habitantes y de dimensiones equiparables. Así, en el Censo de 1528 se señalaba a Palencia con 1369 vecinos, Carrión y Paredes de Nava en torno a los 1000, Becerril de Campos superaba los 800, Dueñas con más de 650 vecinos, ...