De la sillería de coro de
la excolegiata de Belmonte (Cuenca).
II. TABLEROS RESPALDOS SILLAS ALTAS (I).
La buena situación económica en Castilla en la primera mitad del siglo
XV –debida en gran parte al floreciente comercio de lanas-, hizo que muchos
pedreros llegasen de los Países Bajos o de Francia atraídos por las abundantes
ofertas de trabajo y por la mayor libertad que podían tener dado que los
gremios no eran aún excesivamente rígidos en el reino. Uno de ellos, Hanequin de
Bruselas, se había establecido en Toledo entre 1437 y 1442 y en este año era ya
“maestro de la obra” de su catedral; había
llegado acompañado de otros canteros y escultores flamencos entre los que se
contaba su hermano Egas Cueman que en 1454 comenzaría a trabajar en la sillería
de coro de la catedral de Cuenca. Egas conocía bien los antiguos estalos
corales toledanos –ahora desaparecidos-, y en particular la cerca exterior o
trascoro de la catedral decorada con 58 relieves que representan pasajes del Antiguo
Testamento relativos a los dos primeros libros del Pentateuco, Génesis y Éxodo,
tomados bien de la Biblia bien de los Apócrifos.
En Belmonte se conserva parte de la sillería de coro que realizó Egas
Cueman o Coeman; algunos de los tableros de los respaldos de sus sillas altas
presentan escenas del Génesis que recuerdan a las existentes en el trascoro de
la catedral de Toledo donde él había trabajado acompañando a su hermano. Las
escenas del Antiguo Testamento aparecen bien en la parte central enmarcadas
bajo un arco trilobulado, bien en las enjutas del arco manteniendo entre ellas
cierta relación acorde con la narración bíblica. A la izquierda de la silla del
obispo -situada en el centro de los estalos altos-, los relieves exponen la “Historia de la Creación” y el castigo
del “Primer Pecado”; en el primer
respaldo se narran los dos primeros días de la Creación: “Al principio creó Dios los cielos y la tierra. ... Dijo Dios: “Haya luz”; y hubo luz. Y
vio Dios ser buena la luz, y la separó de las tinieblas; y a la luz llamó día,
y a las tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero.” [Génesis 1:
1-5].
El autor ha resuelto la escena mediante la representación de un anciano
de larga y poblada barba que sostiene en su mano una sinuosa nube que se sitúa
bajo la bóveda celeste. Dado que la creación de la luz y las tinieblas son
conceptos abstractos puede ser interesante ver como se trataba el tema en la
época medieval; la composición adjunta muestra cuatro ejemplos de los cuales
tres se han tomado de Biblias medievales y uno corresponde al trascoro de la
catedral de Toledo.
Los artistas de los siglos XV y XVI derivaron su inspiración de tres
libros fundamentalmente: la “Bible
historiale”, el “Speculum humanae
Salvationis” y la “Biblia Pauperum”.
La “Biblia Historial” [“Histórica” o
“Ilustrada”] de Guyart des Moulins puede considerarse como una de las primeras
Biblias en prosa redactadas en francés -traducida del latín-, y es una Biblia
glosada (se presentan los párrafos de la Vulgata intercalados con una serie de
comentarios); compuesta en los últimos años del siglo XIII más de un centenar
de ejemplares han llegado hasta nosotros la mayor parte de ellos decorados con
ricas miniaturas. Si bien Egas Cueman utilizó para el tallado de los tableros
de los sitiales del coro algunos dibujos o estampas xilográficas sacadas de
miniaturas de la “Biblia historial”
no fue su única fuente de inspiración sino que debió emplear también algunos
motivos tomados de otros manuscritos como la “Biblia de Arrangel“ o similares. La narración bíblica comienza en Belmonte en la enjuta superior izquierda del arco del primer tablero de la Creación: "Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la haz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas." [Génesis 1: 1-2]. El empleo
iconográfico de una paloma (identificación tradicional del Espíritu Santo)
nadando sobre aguas agitadas –en el sentido de la materia primordial- para
simbolizar el tiempo anterior al comienzo de la Creación si bien no fue muy
corriente tampoco puede considerarse como único; una escena semejante puede
verse en la extraordinaria decoración con mosaicos de la “Capilla palatina” del palacio de los Normandos en Palermo (Sicilia),
realizada en el siglo XII, y donde se cuenta la historia del Génesis, de Cristo
o de los santos Pedro y Pablo.
En la parte superior derecha de este mismo respaldo se representa a Dios separando las aguas y las
tierras. “Dijo luego Dios: “Hay
firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras”; y así fue. E hizo
Dios el firmamento, separando aguas de aguas, las que estaban debajo del
firmamento de las que estaban sobre el firmamento. Y vio Dios ser bueno. Llamó
Dios al firmamento cielo, y hubo tarde y mañana, segundo día.” [Génesis 1:
6-8].
Consecuencia de la intervención de un taller en la realización de la
sillería, y no de una sola mano, es la diferente calidad con que fueron ejecutadas las tres escenas de un mismo tablero, como puede observarse en aspectos como las formas dadas a los pliegues de la túnica del anciano que simboliza a
Dios Padre o la composición situada en la enjuta superior izquierda del primer respaldo donde figura la paloma nadando sobre las aguas. Desde un punto de vista técnico quizás convenga señalar que un indicio relativo
a los modelos empleados para la realización de los tableros en los que se presentan
escenas del Antiguo Testamento reside en el tratamiento de sus fondos; están
ejecutados a base de pequeñas incisiones ligeramente onduladas similares a las
empleadas en las xilografías –técnica de impresión realizada con plancha de
madera sobre la que se talla la imagen que se desea reproducir-, por lo que es
muy probable que el taller de Egas emplease estampas o grabados con escenas
tomadas de algunos manuscritos iluminados.
Las escenas representadas en el respaldo de la segunda silla situada a
la izquierda de la del Obispo aluden a los días tercero y cuarto de la
Creación: “Dijo luego: “Júntense en un
lugar las aguas de debajo de los cielos, y aparezca lo seco”. Así se hizo; y se
juntaron las aguas de debajo de los cielos en sus lugares y apareció lo seco; y
a lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión de las aguas, mares. Y vio Dios ser
bueno. Dijo luego: “Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla, y
árboles frutales cada uno con su fruto, según su especie, y con su simiente,
sobre la tierra”. Y así fue. Y produjo la tierra hierba verde, hierba con
semilla, y árboles de fruto con semilla cada uno. Vio Dios ser bueno; y hubo
tarde y mañana, día tercero.” [Génesis 1: 9-13]. En el centro del respaldo
se personifica a Dios haciendo que la tierra produzca árboles y frutos; llama
la atención lo intrincado del paisaje que figura en el tablero, probablemente ejecutado por una mano
diferente a la que labró la escena central de la silla anterior (túnica y
rostro bastante diferentes, p.e.).
En la enjuta izquierda de este segundo respaldo aparece Dios Padre creando
el firmamento con las estrellas, la luna y el sol; es el cuarto día a que hace
referencia la Biblia: “Dijo luego Dios:
“Haya en el firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche,
y servir de estaciones, días y años; y luzcan en el firmamento de los cielos,
para alumbrar la tierra”. Y así fue. Hizo Dios los dos grandes luminares, el
mayor para presidir al día, y el menor para presidir a la noche, y las
estrellas; y los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra y
presidir al día y a la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios ser
bueno, y hubo tarde y mañana, día cuarto.” [Génesis 1: 14-19]. Señala
Monedero Bermejo que la escena “refleja
con precisión el concepto medieval de que el firmamento es un cascarón, situado
por encima de las nubes, en el cual se encuentran colgados de clavos el sol, la
luna y las estrellas”.
Para Louis Réau "la cosmogonía del Génesis refleja ... el estado de los conocimientos humanos en la época en que fue redactado". ¿Y como se representaba en la Edad Media en los textos bíblicos la creación de los astros?. La
composición adjunta muestra cuatro miniaturas tomadas de distintos ejemplares de manuscritos iluminados de la “Bible Historiale” de Guyart des Moulins del
siglo XIV.
El autor del tablero de la misma silla presenta en la enjuta derecha a Dios separando las
aguas y las tierras, y creando los peces del mar ( que poblará el quinto día): “Júntense en un lugar las aguas de debajo de
los cielos, y aparezca lo seco…” [Génesis 1:9]. Con
la excepción de algunos bajorelieves de las catedrales góticas o en mosaicos
bizantinos, el ciclo completo de la Creación relatado en el Génesis no es muy
frecuente en el arte medieval; según Réau pudo ser debido a las dificultades de
su traducción plástica o a “consecuencia
de la falta de concordancias prefigurativas [o tipológicas] entre los cinco primeros actos de la
Creación y los hechos del Nuevo Testamento”.
El ángulo superior derecho del tercer respaldo ilustra como Dios crea
a las aves. “”Dijo luego Dios: “Hiervan
de animales las aguas y vuelen sobre la tierra aves bajo el firmamento de los
cielos”. Y así fue. Y creó Dios los grandes monstruos del agua y todos los
animales que bullen en ella, según su especie, y todas las aves aladas, según
su especie. Y vio Dios ser bueno, y los bendijo, diciendo: “Procread y
multiplicaos y henchid las aguas del mar, y multiplíquense sobre la tierra las
aves”. Y hubo tarde y mañana, día quinto.” [Génesis 1: 20-23].
Las miniaturas que
ilustran la creación de las aves en las biblias historiadas medievales del siglo XIV es frecuente que incluyan también la de los
peces e incluso la de todos los animales; en la composición adjunta se exhiben distintos modelos de cómo se presentaban estas escenas de la creación bíblica.
En la enjuta izquierda de este tercer respaldo se muestra a Dios creando
los animales de la tierra: “Dijo luego
Dios: “Brote en la tierra seres animados según su especie, ganados, reptiles y
bestias de la tierra según su especie”. Y así fue. Hizo Dios todas las bestias
de la tierra según su especie, los ganados según su especie y todos los
reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios ser bueno.” [Génesis 1:
24-25].
Llama quizás la atención que entre los primeros animales, en posición
destacada, aparece un unicornio; delante de él, casi erguidas, figuran dos serpientes. Como ejemplo que puede ayudar a comprender la
escena se muestra a continuación un detalle tomado de una Biblia neerlandesa
que se conserva en la British Library, realizada en los años en que se ejecuta
la sillería, y que ilustra el texto “Cuando
Adán y Eva dieron nombre a los animales”.
La escena central del respaldo presenta un jardín “con toda clase de árboles hermosos a la vista … Salía de Edén un río
que regaba el jardín …” y a Dios creando a Eva a partir de la costilla de
Adán. “Formó Yavé Dios al hombre del
polvo de la tierra, y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el
hombre ser animado. Plantó luego Yavé Dios un jardín en Eden, al oriente, y
allí puso al hombre a quien formara. Hizo Yavé Dios brotar en él de la tierra
toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar y el árbol de
la vida, y en el medio del jardín el árbol de la ciencia del bien y del mal.”
[Génesis 2: 7-9]. … “Tomó, pues, Yavé
Dios al hombre, y le puso en el jardín de Edén para que lo cultivase y
guardase, y le dio este mandato: “De todos los árboles del paraíso puedes
comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día
que de él comieres ciertamente morirás”. Y se dijo Yavé Dios: “No es bueno que
el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda semejante a él”. [Génesis 2: 15-18].
… “Hizo, pues, Yavé Dios caer sobre el
hombre un profundo sopor; y dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su
lugar con carne, y de la costilla que del hombre tomara, formó Yavé Dios a la
mujer, y se la presentó al hombre.” [Genesis 2:21-23]…. “Estaban ambos desnudos, el hombre y su
mujer, sin avergonzarse de ello.” [Genesis 2: 25]. La palabra hebrea "tsela'" puede significar tanto "costado" como "costilla". La lectura tradicional de "costilla" es cuestionada por algunos estudiosos bíblicos quienes sugieren debería ser traducida como "costado"; curiosamente es la iconografía medieval más abundante entre las que han llegado a nosotros la que presenta el nacimiento de Eva saliendo del costado de Adán.
Según Louis Réau el arte cristiano nunca fijó tipos iconográficos para Adán y Eva por lo que sus características dependieron de los gustos personales de los pintores y escultores que les representaban; en algunos casos, quizás empujados por la censura eclesiástica, llegaron a aparecer vestidos antes del Pecado Original, y, al contrario, a partir del Renacimiento las imágenes de Adán y Eva fueron muchas veces, tan sólo un pretexto para introducir el desnudo integral en el arte religioso. En el ángulo superior izquierdo del respaldo del cuarto estalo se escenifica la prohibición de comer del árbol del paraíso.
“Pero la serpiente, la más astuta
de cuantas bestias del campo hiciera Yavé Dios, dijo a la mujer: “¿Con que os
ha mandado Dios que no comáis de los árboles todos del paraiso?”. Y respondió
la mujer a la serpiente: “Del fruto de los árboles del paraíso comemos, pero
del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: “No comáis de
él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir”. Y dijo la serpiente a la mujer:
“No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán
los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”. Vio, pues, la
mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para
alcanzar por él la sabiduría, y cogió de su fruto y comió, y dio también de él
a su marido, que también con ella comió.” [Génesis 3: 1-6]. La escena central de la cuarta silla presenta a Adán y Eva situados simétricamente a derecha e izquierda del Árbol de la Ciencia con la serpiente enroscada en su tronco. Si bien en la Biblia no se especifica el tipo de árbol, en Belmonte, por la forma de sus frutos -redondos y carnosos-, parece aludirse al habitual manzano de la tradición latina (en la griega es una higuera).
La iconografía de la serpiente en las miniaturas de los manuscritos o en
las pinturas de la época es de lo más variado: seres híbridos con cabeza de
mujer y cola de serpiente, dragones o variados reptiles. A pesar de lo que
parece deducirse del texto, “Dijo luego
Yavé Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, …, te arrastrarás sobre tu
pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida” [Génesis 3: 14 ], no
son muchas las obras que presentan a la serpiente con patas (pocos años
después, hacia 1470, lo haría Van der Goes en su “Adán y Eva”) como tampoco tiene lugar en Belmonte. Con anterioridad
al período Gótico la serpiente solía ser una serpiente genérica, pero a mediados del
siglo XII Petri Comestoris -Pierre le Mangeur-, en su “Historia Scholastica” escribió que existía una especie de serpiente
que tenía la cara de una joven, y que Satanás para engañar a Eva había optado
por utilizar este tipo de serpiente porque actuaba igual que ella (“…Elegit etiam quoddam genus serpentis,…,
virgineum vultum habens, quia similia similibus applaudunt, …”). En dos de
las miniaturas de la composición adjunta, así como en el tablero de Belmonte,
Adán parece llevarse la mano a la
garganta debajo de la barbilla, quizás como signo de pesar por el acto
cometido.
“”Abriéronse los ojos de
ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se
hicieron unos cinturones. Oyeron a Yavé Dios, que se paseaba por el jardín al
fresco del día, y se escondieron de Yavé Dios el hombre y su mujer, en medio de
la arboleda del jardín. Pero llamó Yavé Dios al hombre, diciendo: “¿Dónde
estás?”. Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y temeroso porque estaba
desnudo, me escondí”. “¿Y quien, le dijo, te ha hecho saber que estabas
desnudo?. ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?”. Y dijo el
hombre: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí”. Dijo, pues,
Yavé Dios a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?”. Y contestó la mujer: “La
serpiente me engañó y comí.”” [Génesis 3: 7-13]… “Expulsó al hombre y puso delante
del jardín de Edén un querubín, que blandía flameante espada para guardar el
camino del árbol de la vida.” [Génesis 3: 24]. El Paraíso, o Jardín de Edén, era considerado como un
lugar cerrado (para los orientales por una cortina de llamas que llegaba hasta
las nubes, y para el Occidente, a causa de las puestas en escena de los
“Misterios”, por un muro con almenas y flores); dado que las fuentes en las que
los artistas podían inspirarse eran prácticamente inexistentes su
representación dependió de los conocimientos de la época y de la imaginación.
En la talla de Belmonte es un ángel quien acompaña hasta la puerta a Adán y
Eva, pero hasta el siglo XIII en el arte cristiano era Dios, personalmente,
quien les conducía.
En la enjuta superior izquierda del quinto respaldo se retrocede en la
narración bíblica, algo habitual en los ciclos del Génesis. “El hombre llamó Eva a
su mujer, por ser la madre de todos los vivientes. Hizoles Yavé Dios al hombre
y a su mujer túnicas de pieles y los vistió.” [Génesis 3: 20-21]. ]. En este caso la talla muestra a un ángel entregando
unas túnicas y las “herramientas de
trabajo” a nuestros primeros padres. El tema, que servía de burla a
heréticos e incrédulos –“esta idea de un
Dios sastre, peletero y encargado de vestuario es extraña, … , parece poco
compatible con la majestad del Señor” escribe Louis Réau-, desaparecería totalmente en las representaciones artísticas después de la Contrarreforma.
“Díjose Yavé Dios: “He ahí
al hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; que no vaya
ahora a tender su mano al árbol de la vida, y comiendo de él, viva para
siempre.” [Génesis 3: 22 ]. … “Conoció el hombre a su mujer, que concibió y parió
a Caín, diciendo: “He alcanzado de Yavé un varón”. Volvió a parir, y tuvo a
Abel, su hermano.” [Génesis 4: 1-2]. La escena central de este quinto tablero muestra a Adán apoyado sobre un
azadón mientras habla con Eva que sentada sostiene a sus hijos; en general, suele considerarse que con este cuadro -muy frecuente en los manuscritos iluminados de la época-, se presenta a Adán como el inventor de la agricultura que además transmite a sus hijos los deberes que se derivan de su condición de colono instalado en tierra ajena. Personalmente me parece de una gran ternura.
Se representa a Abel en la enjuta derecha de este quinto tablero haciendo
ofrenda a Dios de sus cosechas y en la izquierda del siguiente a Caín. “Fue Abel pastor y Caín labrador; y al cabo
de tiempo hizo Caín ofrenda a Yavé de los frutos de la tierra, y se la hizo
también Abel de los primogénitos de su ganado, de lo mejor de ellos; y agradóse
Yavé de Abel y su ofrenda, pero no de Caín y la suya. Se enfureció Cain y
andaba cabizbajo; y Yavé le dijo: “¿Por qué estás enfurecido y por qué andas
cabizbajo?. ¿No es verdad que, si obraras bien, andarías erguido, mientras que,
si no obras bien, estará el pecado a la puerta?. Cesa, que él siente apego a
ti, y tú debes dominarle a él.” [Génesis 4: 2-7]. Para Manuel Castiñeiras "el diezmo, el impuesto eclesiástico extendido a todos los trabajadores, tendría así su fundamento en los "munera" que Abel y Caín habían ofrecido a Dios, siguiendo el consejo de su padre".
Consideran algunos estudiosos que las frecuentes representaciones de estas escenas en el arte románico eran una invitación a los campesinos a cumplir con sus deberes económicos hacia la Iglesia. Así, escribe Castiñeiras: "los predicadores, en sus "exepla", presentaban entonces a Caín como el prototipo de mal agricultor, impío y avaro, que no ofrece a Dios más que estas "espigas del borde del camino corroidas por las bestias [J. de Vitry (m. 1240)]". La escena central labrada en el respaldo trata de reflejar el siguiente texto bíblico: “Dijo Caín a Abel, su hermano:
“Vamos al campo”. Y cuando estuvieron en el campo, se alzó Caín contra Abel, su
hermano, y le mató.” [Génesis 4: 8 ]
La iconografía de la escena de la muerte de Abel en la sillería de Belmonte no es la habitual. Normalmente la
representación en las miniaturas de los manuscritos o en las estampas
xilográficas suele mostrar a Caín matando a su hermano con una azada, con un
palo o con la quijada de un burro; la composición adjunta muestra cuatro
ejemplos representativos.
En Belmonte Caín asesina a Abel mordiéndole en el cuello. La imagen
probablemente esté tomada de la versión del relato bíblico que figura en el “Sefer Ha Zohar” también llamado “Zohar” considerado como una de las obras
mayores de la “Cábala” (disciplina
empleada para analizar la “Torá”,
texto sagrado de los judíos al que los cristianos llaman Pentateuco): Zohar I,
54b.- “Dijo el Rabí Isaac: Cuando Caín
mató a Abel no sabía como el alma se separaba del cuerpo, por lo que le mordió
como una serpiente”. La Biblia de Arragel –traducción al castellano de la
Biblia hebrea en el siglo XV por el judío Rabí Mosé Arragel, rabino de la
comunidad judía de Maqueda (Toledo), conocida también como la “Biblia del Duque de Alba” por ser su
actual poseedor-, muestra también una escena similar a la del trascoro de la
catedral de Toledo y a la del respaldo de la silla de coro de la excolegiata de
Belmonte.
Más de medio siglo más tarde una representación semejante a la de Belmonte se repite en la sillería de coro de la catedral de Burgos; aunque en este caso Caín lleva también en su mano un palo con el que parece querer golpear a Abel.
"Preguntó Yavé a Caín: “¿Dónde está Abel, tu hermano?”. Contestole: “No sé. ¿Soy acaso el guarda de mi hermano?”. “¿Qué has hecho? –le dijo Él-. La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito serás de la tierra, que abrió su boca para recibir de mano tuya la sangre de tu hermano. Cuando la labres, te negará sus frutos, y andarás por ella fugitivo y errante”.” [Génesis 4: 9-12 ]
"Preguntó Yavé a Caín: “¿Dónde está Abel, tu hermano?”. Contestole: “No sé. ¿Soy acaso el guarda de mi hermano?”. “¿Qué has hecho? –le dijo Él-. La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito serás de la tierra, que abrió su boca para recibir de mano tuya la sangre de tu hermano. Cuando la labres, te negará sus frutos, y andarás por ella fugitivo y errante”.” [Génesis 4: 9-12 ]
En la enjuta superior derecha de este último tablero Dios interpela a Caín por Abel.
BIBLIOGRAFÍA.
-Luis Andujar Ortega, “Belmonte cuna de Fray Luis de León. Su
Colegiata”, Mota del Cuervo (Cuenca) 1986 [ 2ª ed. 1995].
-Jesús Bermejo Diez, “La Catedral de Cuenca”, Cuenca 1977.
-Lorne Campbell, “Rogier van der Weyden y los reinos ibéricos”, en Cat.
Exp. Rogier van der Weyden Museo del Prado, Madrid 2015.
-Manuel Antonio Castiñeiras González, "El calendario medieval hispano", Valladolid 1996.
-Manuel Antonio Castiñeiras González, "El calendario medieval hispano", Valladolid 1996.
-Ángela Franco Mata, “El Génesis y el Éxodo en la cerca exterior del
coro de la Catedral de Toledo”, Toledo 1987.
-John Bruno Hare (ed.), “Zohar: Bereshith to Lekh Lekha, by Nurho de
Manhar”, ISTA 2005.
-María González Sánchez-Gabriel, “La Sillería de coro de la Colegiata de Belmonte. Los hermanos Egas, de Bruselas, en Cuenca”, B.S.E.A.A. 1936-39 Valladolid.
-Miguel Ángel Monedero Bermejo, “El coro de la Colegiata de Belmonte”,
Cuenca 1976.
-Eloíno Nacar y Alberto Colunga (traduc.), “Sagrada Biblia”, Madrid
1963.
-Gema Palomo Fernández, “Nuevos datos documentales sobre la sillería de
coro gótica de la catedral de Cuenca: de Egas de Bruselas a Lorenzo Martinez”,
AEA Valladolid 1994.
-Beatrice Gilman Proske, "Castilian Sculpture. Gothic to Renaissance", New York 1951.
-Louis Réau,
“Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia. Antiguo Testamento”,
Barcelona 2007.
NOTAS.
-Beatrice Gilman Proske, "Castilian Sculpture. Gothic to Renaissance", New York 1951.
NOTAS.
-El texto de Zohar I, 54b está tomado de la versión publicada en inglés
por J.B. Hare en la ISTA. Como la traducción del blog es mía adjunto a
continuación el texto original: “Said
Rabbi Isaac: “At the time that Cain killed Abel he knew not how to separate or
disjoin body and soul, but bit him like a serpent. From that momento he became
accursed and wandered about in the world, …”.
-La composición relativa a la Creación se ha realizado a partir de dos
detalles de los manuscritos MMW 10B23 fol 5v y KB 78 D 38 I fol 4r conservados
en la Koninklijke Bibliotheek y de uno del manuscrito Français 3 que se guarda en
la BNF; el primero (siglo XIV) y el tercero (siglo XV) corresponden a una “Bible Historiale” de Guiard des Moulins.
Todos ellos son accesibles por internet en las web de las respectivas
bibliotecas.
-La composición relativa a la creación de los astros está formada por
miniaturas tomadas de los manuscritos MMW 10 B 23 fol6 de The Hague, Royal MS
17 E VII vol1 fol4v de la BL, Français 156 fol5 de la BNF, Douce 211 fol5r de
Bodleian Library, conservados en las cuatro grandes Bibliotecas europeas y
cuyos bellos manuscritos son accesible por internet. Los cuatro son ejemplares del
siglo XIV de la “Bible Historiale”.
-La composición relativa al asesinato de Abel por Caín se ha construido
con miniaturas tomadas de los manuscritos ms.020 fol. 11v de la Bibl.
Sainte-Genevieve, The Hague KB 78 D 43 fol.9r de la Koninklijke Bibliotheek de
Netherlands, The Hague KA 20 fol.5r también de la KB, y Français 9 fol. 11v de
la BNF, todos ellos accesibles por internet.
-Miniaturas tomadas de los manuscritos The Hague MMW 10 B 23 fol10r
(sXIV) de la KB, Français 3 fol 8v (sXV) de la BNF, Français 159 fol 8
(SXIV-XV) de la BNF, y Royal ms 17 E VII fol 7v (sXIV) de la B.L. conforman la
composición relativa al “Pecado Original”.
Todas pertenecen a “Biblias historiadas” con texto de Guyart des Moulins y
pueden verse por internet en las web de las bibliotecas correspondientes.
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