De la sillería de coro de la excolegiata de
Belmonte (Cuenca).
IV.
TABLEROS RESPALDOS SILLAS ALTAS (III).
Cuenta
Jesús Bermejo Diez “que fue mucho lo que
Pedro de Saceda puso en la obra de ampliación y de reforma de este coro” entre
1576 y 1578 que culminaría -poco antes de su muerte-, con su traslado desde el
presbiterio al centro de la catedral de Cuenca. Ocho estalos de la sillería
presentan en los tableros de sus respaldos escenas de la Pasión de Cristo
complementadas por pequeños frisos renacentistas para igualar su altura con
aquellos que muestran el ciclo del Antiguo Testamento; probablemente su autor
fue Pedro de Saceda pues los pequeños frisos son similares en estilo y temática
a los que adornan el coronamiento del coro: “…
61.931 mrs. de los jornales que el dicho Pº Saceda y otros oficiales gastaron
en la coronación del coro hasta viernes veinte de diciembre de mil y quinientos
y setenta y siete” [A.C.C., Libro de Fábrica, cuentas de 1577].
Si bien desconocemos si Pedro de Saceda
fue el autor de las tallas del ciclo de la Pasión o simplemente se limitó a
reutilizar unos tableros existentes con anterioridad para configurar el
respaldo, el artista que ejecutó el relato de la vida de Cristo en la sillería
empleó estampas o modelos realizados por un grabador diferente al que creó los
que presentaban historias del Antiguo Testamento. Para Monedero Bermejo este
segundo entallador tenía un mayor sentido paisajista que el primero –con una tendencia a poner el
horizonte muy elevado-, que ocupaba las escenas con un mayor
número de figuras. Cuatro tablas del lado del Evangelio del coro presentan
representaciones de la “Entrada en
Jerusalén”, la “Santa Cena”, la “Oración en el Huerto” y el “Prendimiento”.
Entrada en Jerusalén |
En la primera escena del Ciclo de la
Pasión reproducido en la sillería de coro actual de Belmonte se muestra a
Cristo montado en un asno junto a las puertas de la ciudad seguido de sus
discípulos; en lo alto de los olivos dos de los habitantes cortan ramas para
ofrecérselas así como otros junto a la puerta extienden sus mantos. “ … montado sobre un asno, sobre un pollino
hijo de borrica”. … La numerosísima muchedumbre extendía sus mantos por el
camino, mientras otros, cortando ramos de árboles, lo alfombraban.” [Mt 21:
5-8]. En las enjutas del arco, en este caso conopial -en los tableros con
representaciones del Antiguo Testamento era trilobulado-, figuran dos profetas
con filacterias desplegadas.
En el respaldo de la silla siguiente se
representa la “Santa Cena” celebrada en el
interior de un salón gótico. El artista parece haber seguido en parte el
Evangelio de san Mateo: “Llegada la
tarde, se puso a la mesa con los doce discípulos, y mientras comían dijo: En
verdad os digo que uno de vosotros me entregará. Muy entristecidos, comenzaron
a decirle cada uno: ¿Soy, acaso, yo, Señor?. El respondió: El que conmigo mete
la mano en el plato, ese me entregará.” [Mt 26: 20-23].
Última Cena |
Sentado sólo, en la parte delantera de la
mesa, Judas Iscariote introduce su mano en el plato del que se sirve Cristo.
Iconografía no muy frecuente –se escenifican en el tablero dos momentos
diferentes del Nuevo Testamento, como son la “Última Cena” propiamente dicha y la “Cena en casa de Simón” donde Magdalena manifestó su amor a Cristo y
el arrepentimiento por sus pecados-, María Magdalena, aparece también en primer
plano ungiéndole los pies a Jesús; representaciones similares en España son las
que figuran en una escena del retablo mayor de la Cartuja de Miraflores y en un
relieve de procedencia desconocida ahora en la parroquial de Cuzcurrita del Rio
Tirón (La Rioja) –probablemente de origen en un retablo desaparecido de la
iglesia de San Esteban de Burgos que como el anterior ejecutó Gil de Siloe-, una
tabla pintada por Jaume Ferrer -ahora en el museo diocesano de Solsona-,
procedente de Santa Constança de Linya y en los restos del fresco que preside
el ábside de la iglesia de san Juan en Daroca.
En las enjutas del arco se presenta a dos
Padres de la Iglesia, san Jerónimo–autor de la “Vulgata”, traducción al latín de la Biblia-, y san Gregorio,
reconocibles por sus atributos iconográficos: sombrero y ropa de cardenal y
junto a él un león el primero y la tiara como todos los Papas el segundo.
En el respaldo del siguiente asiento figura la escena de la “Oración en el huerto”; su
autor ha seguido fielmente el relato del evangelista Mateo. En la parte
inferior derecha de la escena Pedro, Juan y Santiago duermen apoyándose unos en
otros, mientras Jesús hace oración junto a unas piedras; el huerto de Getsemaní
aparece cercado por una valla de madera.
Oración en el Huerto |
En las enjutas superiores del arco se presenta a dos Padres de la Iglesia de no muy fácil identificación. A
diferencia del autor de los tableros con el ciclo del Antiguo Testamento donde
su creador aprovechaba estos espacios para situar escenas relacionadas con la
principal del respaldo en el caso del entallador del Ciclo de la Pasión emplea
los espacios de las enjutas para ubicar una serie de figuras de profetas, evangelistas
o doctores de la iglesia; imita una estructura habitual de los grabados que constituían la "Biblia pauperum" de gran difusión en la época.
En el estalo siguiente se representa el “Prendimiento”. Una abigarrada escena
donde figuran guerreros, sacerdotes y anónimos ciudadanos; en primer plano, a
la derecha, Pedro corta la oreja a Malco quien se había acercado a Jesús.
Prendimiento |
En las enjutas de este respaldo se
muestra a dos doctores de la Iglesia, y sobre ellos, como en todas las sillas
con escenas del Ciclo de la Pasión una decoración claramente renacentista.
Con el tablero anterior terminan las
cinco escenas del Nuevo Testamento situadas actualmente en el lado del
Evangelio de la sillería de coro de la antigua colegiata de Belmonte. Lorne
Campbell en el catálogo de la exposición “Rogier
van der Weyden y los reinos de la península Ibérica” celebrada en el museo
nacional del Prado en 2015 escribió: “Suele
suponerse que la sillería de Belmonte es la que realizaron en la década de
1450, para Cuenca, los dos hermanos [Coeman].” Pero no es exactamente así. … En la sillería de Belmonte, …, se
aprecian notables diferencias de diseño, estilo y técnica; … Es posible por tanto que la sillería
realizada por Egas y Hanequin para la catedral de Cuenca se destruyera o se
perdiera, con lo que se habría sustituido por otra a finales del siglo XV o
durante la primera mitad del XVI”. No es probable que Lorne Campbell tenga
completamente razón, pues los documentos conservados nos señalan que hacia
1479/1481 pudieron haberse realizado como mucho 10 sillas altas (y 10 bajas)
-¿las que actualmente presentan escenas de la Pasión?-, y que fue a finales del
siglo XVI –años de 1576 a 1578-, cuando el traslado de la sillería al centro de
la catedral de Cuenca, que se realizó una gran remodelación de la sillería por
Pedro de Saceda; muy probablemente de estos años son los frisos que acompañan a
los respaldos con el relato de la Pasión de Cristo.
Si bien no tenemos noticias de cuando
fueron ejecutados estos frisos con ornamentación renacentista se aprecia
rápidamente su gran semejanza con los que decoran una parte de la coronación de
la sillería. El ciclo de la Pasión continúa en el lado de la Epístola del coro
con la escena del “Camino del Calvario”.
Camino del Calvario |
Al igual que en el “Prendimiento” la nota característica de la composición es el
abigarramiento de la escena con una multitud de personajes que acompañan a
Jesús a quien ayuda el Cirineo y donde quizás llama la atención la ausencia de
soldados armados junto a la cruz; al fondo los dos ladrones conducidos mediante
una soga amarrada a sus cuellos. En las enjutas del arco conopial que enmarca
la escena se presenta a dos Evangelistas: San Juan y San Mateo.
La escena de la “Crucifixión” se refleja en la parte central del respaldo de la
silla siguiente. En primer plano, a la derecha, tres soldados se están jugando
los vestidos de Jesucristo; detrás, el centurión a caballo vigila el drama. A
la izquierda en primer plano la Virgen se desmaya en los brazos de san Juan; y
en el centro figura María Magdalena abrazada a la
cruz.
Crucifixión |
En las enjutas del tablero, a la izquierda se representa la figura de
una mujer joven con un cáliz y una cruz en sus manos –alegoría de la Iglesia o
de la nueva ley-, y a la derecha una mujer mayor –los ojos vendados-, con las
tablas de la ley y un astil roto, alegoría de la Sinagoga o de la ley mosaica.
Dos imágenes simbólicas pues en la Edad Media era costumbre encarnar en figuras
humanas conceptos abstractos.
La penúltima escena del Ciclo de la
Pasión que se representa en Belmonte corresponde al “Descendimiento”. Nicodemus y José de Arimatea bajan de la cruz el
cuerpo de Jesús para depositarle en el sepulcro; la Virgen y san Juan
acompañados por las “santas mujeres” asisten al acto.
Descendimiento |
Dos Evangelistas, san Lucas y san Marcos,
aparecen representados en las enjutas del arco que adorna la escena anterior.
El tablero de la silla siguiente, en el
lado de la Epístola del coro, figura la escena de la “Resurrección”. Cristo sale del sepulcro mientras los soldados que
le custodian duermen.
Resurrección |
En las enjutas se representa a dos
Profetas con sus filacterias extendidas.
Todos los tableros con representaciones
del Ciclo de la Pasión situados en el lado de la Epístola del coro se decoran
en su parte superior –al igual que en el lateral del Evangelio-, con pequeños
frisos con ornamentación renacentista similar a la que figura en la coronación
de la sillería.
En las esquinas del mueble coral dos
tableros con la iconografía de San Pablo, en el lado del Evangelio, y de San
Pedro, en el de la Epístola, realizadas por una mano diferente a las que
tallaron los anteriores, completan los respaldos con escenas o figuras
bíblicas; por su ornamentación y características parecen haber sido ejecutadas
por autores distintos y no en los mismos años.
El estalo del obispo tampoco es el original de la sillería como lo denota el escudo tallado en la parte superior del respaldo que corresponde al del obispo don Diego Ramírez
de Villescusa. Es obra realizada por Pedro de
Villadiego cuando la sillería estaba en la catedral de Cuenca -“… seis mil e dozientos maravedíes, en 3 de
Octubre de 1548, a Pedro Villadiego, entallador de la silla que hizo para el
Señor Obispo”-, y probablemente nunca fue utilizada por su destinatario
dado que murió en 1547. Se sabe que este tallista realizó algunas modificaciones en la sillería, aunque se desconoce cuales, dado que se le siguió pagando "a Pedro de Villadiego, entallador, por el adobo de unas sillas de los señores canónigos".
También se ignora quien fue el autor de unos “cabos” de las escalerillas de acceso a
la Silla del obispo de los que se conservan unos fragmentos tan sólo, aunque por su fecha de ejecución tampoco son atribuibles al taller de Egas Coeman.
En cada una de estas piezas un león presenta el escudo de armas -en campo de oro cinco estrellas de gules, puestas en sotuer o aspa-, de Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, obispo de Cuenca entre 1485 y 1493, sucesor en la silla de fray Alonso de Burgos. De vida no muy ejemplar -tuvo cuatro hijos con su amante Teresa de las Cuevas-, reconstruyó el castillo de Villanueva del Cañedo (Salamanca) para convertirlo en su palacio compartiéndolo con su amante por lo que es conocido como el "Castillo del Buen Amor".
A los laterales de la silla del obispo figuran actualmente unas pequeñas esculturas de David y de Moisés.
En cada una de estas piezas un león presenta el escudo de armas -en campo de oro cinco estrellas de gules, puestas en sotuer o aspa-, de Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, obispo de Cuenca entre 1485 y 1493, sucesor en la silla de fray Alonso de Burgos. De vida no muy ejemplar -tuvo cuatro hijos con su amante Teresa de las Cuevas-, reconstruyó el castillo de Villanueva del Cañedo (Salamanca) para convertirlo en su palacio compartiéndolo con su amante por lo que es conocido como el "Castillo del Buen Amor".
A los laterales de la silla del obispo figuran actualmente unas pequeñas esculturas de David y de Moisés.
BIBLIOGRAFÍA.
-Luis
Andujar Ortega, “Belmonte cuna de Fray Luis de León. Su Colegiata”, Mota del
Cuervo (Cuenca) 1986 [ 2ª ed. 1995].
-Jesús
Bermejo Diez, “La Catedral de Cuenca”, Cuenca 1977.
-Lorne
Campbell, “Rogier van der Weyden y los reinos ibéricos”, en Cat. Exp. Rogier
van der Weyden Museo del Prado, Madrid 2015.
-Miguel
Ángel Monedero Bermejo, “El coro de la Colegiata de Belmonte”, Cuenca 1976.
-Eloíno
Nacar y Alberto Colunga (traduc.), “Sagrada Biblia”, Madrid 1963.
-Gema
Palomo Fernández, “Nuevos datos documentales sobre la sillería de coro gótica
de la catedral de Cuenca: de Egas de Bruselas a Lorenzo Martínez”, AEA
Valladolid 1994.
-María
González Sánchez-Gabriel, “La Sillería de coro de la Colegiata de Belmonte. Los
hermanos Egas, de Bruselas, en Cuenca”, B.S.E.A.A. 1936-39 Valladolid.
NOTAS.
-Los diversos investigadores que han trabajado en los fondos documentales del archivo de la catedral de Cuenca desgraciadamente no mencionan la existencia de referencia alguna a la sillería entre los años de 1485 –en 1479 se le encargan 20 sillas (10 altas y 10 bajas) a “Lorençio Martines entallador”, que debió terminar mediado 1481-, y 1548 (año en que se le abona a Pedro de Villadiego la silla del obispo terminada un poco antes). La información podría ser significativa pues en estos años es p.e. cuando se realizan las bellas piezas que incorporan el escudo del obispo Alonso Ulloa de Fonseca Quijada situadas ahora al pie de las escalerillas que llevan al estalo central.
-Los diversos investigadores que han trabajado en los fondos documentales del archivo de la catedral de Cuenca desgraciadamente no mencionan la existencia de referencia alguna a la sillería entre los años de 1485 –en 1479 se le encargan 20 sillas (10 altas y 10 bajas) a “Lorençio Martines entallador”, que debió terminar mediado 1481-, y 1548 (año en que se le abona a Pedro de Villadiego la silla del obispo terminada un poco antes). La información podría ser significativa pues en estos años es p.e. cuando se realizan las bellas piezas que incorporan el escudo del obispo Alonso Ulloa de Fonseca Quijada situadas ahora al pie de las escalerillas que llevan al estalo central.
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