Alejo de Vahía, "ymaginario"; su taller y escuela.
9. Obras sin policromar y
trabajos en piedra.
El Ave Fénix era un animal
fantástico al que los hombres antiguos consideraban como símbolo de la
inmortalidad; la causa de esta creencia se debía a que el ave al envejecer, tras 660
años de vida, se fabricaba un nido de incienso y perfumes donde moría y tras su muerte,
de sus cenizas, brotaba un gusano que terminaba por convertirse en un nuevo
pájaro. El Ave Fenix fue un símbolo del renacimiento físico y espiritual.
Las puertas de la biblioteca
Antigua del Colegio de Santa Cruz de Valladolid son de madera de nogal y es
probable estuvieran ya realizadas cuando se inauguró el Colegio en 1492. Cada
una de las hojas está dividida en cuatro paneles, de los cuales, los dos
centrales, presentan en relieve motivos iconográficos de personas o de
animales; estos últimos son dos pájaros, situados sobre un pequeño montículo,
que sujetan con el pico una filacteria con una inscripción. Según Julia Ara,
entre ambas, completan la frase del Evangelio de San Juan "Apud Deum Verbum erat" y las aves podrían
simbolizar al Ave Fénix. Los dos relieves relativos a personas representan a
san Agustín y a santo Tomás.
Santo Tomás sostiene en su
mano izquierda una iglesia de la que sale una pluma; viste hábito de dominico y
se toca con bonete de doctor. Fue la gran figura de la Escolástica, fundamento
de la ciencia medieval. San Agustín, en cambio, viste de pontifical y lleva un
libro abierto que cubre parte de las tres flechas clavadas en su corazón. Ambos
encarnan, dentro del pensamiento cristiano, las dos vertientes de acceso al
conocimiento: la empírica -representada por Santo Tomás-, y la platónica -por
san Agustín-, fundiéndose con ambos la ciencia medieval y la antigua. Para
Julia Ara "el significado general de
la decoración de la puerta sería la inmortalidad de la ciencia, a cuya
conservación estaba dedicado el recinto que cierra".
Desde el punto de vista del
estilo las figuras están íntimamente relacionadas con las del púlpito de la
Colegiata de Ampudia (Palencia), donde san Agustín aparece también con un libro
en su mano, vestido de pontifical con mitra y báculo y con una flecha
que sale de su corazón. Las plumas de los Ave Fénix son además en su técnica de
realización similares a las de las alas de ángeles como el san Miguel de
Ampudia o el de Becerril.
El púlpito de la Colegita de
Ampudia, de nogal, está formado por un pie liso sobre el que apoya una caja de
base octogonal con tan sólo cinco paneles decorados. En el central figura San
Miguel -titular del templo-, derrotando al demonio; a los lados se representa a
los cuatro Doctores Máximos de la Iglesia. Las cinco imágenes aparecen
enmarcadas por arcos conopiales sobre los que se sitúa unos paneles decorados
con tracerías.
San Miguel viste alba con
estola cruzada y manto sobre los hombros; con la mano derecha sujeta la lanza
con la que clava al demonio y con la izquierda sostiene el escudo.
Los ángeles como tenentes de
escudos fueron muy utilizados en la época; solían aparecer con el cabello
descubierto y una larga túnica cubierta por ornamentos eclesiásticos. Según
Emile Mâle esa forma de vestir se debía a que los clérigos acostumbraban
prestar los ornamentos religiosos para las representaciones teatrales. El
relieve de Ampudia recuerda la escultura de san Miguel existente en el museo de
Becerril de Campos tanto en la disposición general como en los detalles.
Alejo de Vahia y su taller
también ejecutaron la talla en piedra. Si bien la calidad de sus obras es
inferior a las realizadas en madera mantuvieron en ella los esquemas generales
de su escultura; es el caso de los relieves que decoran las ménsulas del zaguán
y de algún aula del Colegio de Santa Cruz de Valladolid. Representan figuras de
ángeles que sostienen los escudos del cardenal y alas, rostros y plegados de los ropajes responden a los
estilemas del escultor. Como las obras del Colegio se terminaron en 1491 las
ménsulas debieron realizarse por estas fechas.
Los sepulcros fueron siempre
un apartado importante en el trabajo de los escultores de la época por la
cantidad que de ellos se hicieron. En la nave del evangelio de la catedral de
Palencia, en un nicho que se alza en el muro que limita la capilla mayor se
encuentra el sepulcro de Francisco Núñez de Madrid, abad de Husillos (una de
las dignidades de la catedral dentro del cabildo) y consejero de los Reyes
Católicos. Se trata de un sepulcro bajo arco solio encuadrado por dos
pináculos.
Un gran arco conopial cobija
el carpanel del nicho y en el espacio comprendido entre ambos arcos figura un
ángel que sostiene una cartela con una inscripción : "Franciscus Núñez Doctor juris utriusq, abbas de Husillos..., ... anno
Domini. M.º Dº. I". Las enjutas están decoradas con dos escudos sobre
tracerías.
La figura del yacente apoya
la cabeza sobre una almohada, y sujetaba con las manos una filacteria, en la
que debía figurar alguna inscripción, de la que tan sólo se conservan algunos
fragmentos.
La escultura representa a un
clérigo con bonete y casulla, y en los rasgos del rostro se ha obviado reproducir
las facciones del difunto. Para Vandevivere y para Ara Gil el sepulcro es obra
de Alejo de Vahia, mientras que Joaquín Yarza lo considera obra de un
discípulo, al que sin mucho éxito hasta ahora, le denomina el Seudo Alejo y al
que atribuye también el púlpito de la colegiata de Ampudia.
El frontal del sarcófago
aparece dividido en cajas delimitadas por pináculos ocupadas cada una por la
Virgen con el Niño -la central-, San Juan con la copa emponzoñada en la mano -a
la derecha-, y San Andrés -a la izquierda-, con la cruz en aspa de su martirio
y un libro en la mano. Las tres imágenes figuran cobijadas por un doselete de
motivos flamígeros.
De los tres tipos de
Vírgenes -Virgen con Niño sedente, Virgen de la Leche con el Niño en pie y
Virgen con NIño en pie-, que con diversas variante repite Alejo de Vahia o su
escuela la del sepulcro corresponde al tercer tipo; el Niño ha perdido parte de
su figura. Para Yarza los pliegues de las telas son distintos de los que
practicaba Alejo.
El fondo sobre el que
destacan las figuras parece imitar la decoración "a candelieri" renacentista aunque no muy bien interpretado en
opinión de Yarza; los motivos vegetales en el compartimiento de la Virgen
aparecen ceñidos por coronas -al contrario que en los que decoran las figuras
de san Andrés o san Juan que son simples anillos-, por lo que Ara Gil sugiere
si en el caso de la Virgen podrían "tener
el valor simbólico de la inmortalidad y el triunfo".
El sepulcro de don Diego de
Guevara, arcediano de Campos, se encuentra en un nicho de la nave de la
epístola, también en la catedral de Palencia, en el muro que delimita la
capilla mayor. Como solía ser habitual las facciones del rostro del difunto son
genéricas y no responden a ningún tipo de retrato.
Viste ropas de clérigo y se
toca con bonete; sobre el pecho sostiene un libro y la cabeza apoya sobre dos
almohadas.
En el borde frontal de la
cama aparece la siguiente inscripción : "En esta sepultura está Don Diego de Guevara arno de Campos que gloria
aya. Falleció día de San Antonio, año de M D I X ". Por la solicitud
para realizar el sepulcro pagó a la iglesia 30.000 mrs (lo mismo que el abad
Francisco Nuñez).
El sepulcro del Arcediano de
Campos no muestra detalles renacentistas como el del abad de Husillos; un arco
conopial rebajado -que se apoya sobre dos pináculos que flanquean el sepulcro-,
con grandes trepados y florón, abriga un arco de tres lóbulos con ancha moldura
de follajes y colgadizos calados. El frente de la urna se adorna con dibujos
flamígeros y dos escudos iguales de don Diego de Guevara.
El tribunal de la
Inquisición empezó su tarea en Valladolid en otoño de 1488 con la detención de
varias personas significadas entre las que se encontraba Luis de la Serna, del
linaje de Tovar. "Quizás para alejar
toda sospecha de irreligiosidad costeara dos años más tarde el rico mercader
Luis de la Serna la reedificación de la iglesia de Santiago. También pudo
suceder, dada la condición de "mercadero" de la Serna, que tuviera
tratos con judíos, que dominaban los negocios de comercio en aquella época, y
por ello fuera puesto en prisión por la Inquisición de esta villa", contaba
en nota a pie de página don Juan Agapito y Revilla al hablar de la Capilla Mayor de la parroquia de
Santiago de Valladolid. El caso es que en 1490 Luis de la Serna, gran mercader
con intereses varios y banquero ocasional, hizo a su costa la nave de la
iglesia y años más tarde solicitó autorización para hacer la capilla mayor con
tal de que "le facultasen para
trasladar al suelo de esta capilla los cuerpos de sus padres que estaban sepultados en la misma iglesia
"en la capilla vieja"" y que en la paredes le permitiesen
ejecutar "cuatro arcos de sepultura"
para disponer en ellos "bultos ...
de su persona ... de su muger e fijos...". El rostro de la escultura de Francisco Núñez de la Serna, padre
de Luis, sigue el esquema habitual empleado por Alejo de Vahia.
La escultura de Teresa Rodríguez,
madre de Luis, responde también, estilísticamente, en opinión de Julia Ara a
"los rasgos inconfundibles de las
obras de Alejo de Vahia. La toca de la dama se dobla en tres ángulos en la
parte superior de la cabeza y forma dos ondulaciones muy marcadas sobre los
hombros, mientras que el hábito presenta el característico doblez central en el
pecho y el típico sistema de pliegues en "V" de la falda". A
los pies de la dama figuran unos perrillos.
Por razones que desconozco,
la ubicación actual de las figuras de alabastro en las hornacinas no
corresponden a la original habiéndose modificado también su emparejamiento
cuando las obras en la iglesia en 1974. Así, en el segundo arcosolio del lado
del evangelio, en el presbiterio, reposa la escultura de Francisco Núñez, padre
de don Luis de la Serna, acompañado de la figura de su nuera doña Blanca López
de Calatayud, en opinión de JJ González y de Jesús Urrea, o según otras opiniones
de Damiana de la Serna hija de don Luis; la primera imagen se considera obra de
Alejo de Vahia, la segunda es obra ya renacentista (y posterior a 1512 según el
testamento del patrono).
A la escultura de la madre
de don Luis, Teresa Rodríguez -obra de Alejo o de su taller-, se la ha llevado
a un lucillo de la actual capilla de Nª Sra. del Pilar. Tanto esta escultura
como la de Francisco Núñez tienen en la parte lateral un reborde que protege el
bulto dado que estuvieron dispuestas originalmente en el suelo, "en hondo al perfil del plano del suelo"
dicen los documentos.
En el primer arcosolio del
lado del Evangelio de la capilla mayor están situadas actualmente las figuras
yacentes de una dama y de un caballero talladas en alabastro. El caballero
gasta una gorra con vuelta y viste túnica ceñida por cinturón.
La dama representa a una
mujer joven de pelo ondulado; viste túnica que deja ver la camisa con un
pliegue vertical como el de Teresa Rodríguez y se cubre la cabeza con un manto.
A sus pies figura un perrillo algo dañado.
Según J.J. Martin y Jesús
Urrea, en el primer lucillo "figura
la escultura de un hijo o yerno de don Luis de la Serna, obra del escultor
Alejo de Vahía. A su lado se ha colocado el bulto que representa a una hija o
nuera del patrono, igualmente original del mismo artista". Para Ara
Gil, en cambio, "No hay datos que
permitan identificar a estos dos personajes. ... Desde el punto de vista de las
características, las esculturas corresponden también a la órbita de Alejo de
Vahia, aunque el estilo aparece un poco más evolucionado que el de las
anteriormente descritas".
Una sexta escultura
existente -¿don Luis de la Serna?-, presenta un estilo discrepante con las
anteriores y se considera ya plenamente renacentista.
En el monasterio de las
clarisas de Calabazanos se conserva el sepulcro de Leonor de Castilla que Yarza
considera como obra de Alejo de Vahia; incorpora una escultura yacente
policromada -y de la que carezco de fotografía-, habiendo sido manipulado generosamente el sepulcro.
BIBLIOGRAFÍA.
-Juan Agapito y Revilla,
"La catedral de Palencia", Palencia 1896.
-Juan Agapito y Revilla,
"La capilla mayor de la parroquia de Santiago" en B.S.C.E. t.vi,
Vallladolid 1913-14.
-Clementina Julia Ara Gil,
"En torno al escultor Alejo de Vahía (1490-1510)", Universidad de
Valladolid 1974.
-Clementina Julia Ara Gil,
"Escultura gótica en Valladolid y su provincia", Valladolid 1977.
-Emile Mâle, "L'art
religieux du XIIIe siècle en France", Armand Colin, Paris 1986.
- Juan José Martin
González y Jesús Urrea Fernández"
Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid", t. XIV 1ª p.,
Valladolid 1985
-José Martí y Monsó,
"La iglesia parroquial de Santiago", en "Estudios
Histórico-Artísticos relativos principalmente a Valladolid", Valladolid
1898-1901 (ed. facsimil 1992)
-José Mª Quadrado,
"España. Sus Monumentos y Artes. Su Naturaleza e Historia. Valladolid,
Palencia, Zamora", Barcelona 1885
-Louis Réau,
"Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia", Barcelona
edic. 2008.
-Jesús Sancho Andreu,
"Dormición de la Virgen", ficha pág. 76-78 cat. exp. "Las Edades
del Hombre", "Testigos", Ávila 2004.
-Joaquín Yarza Luaces,
"Alejo de Vahía", Cat Expo. Museo Frederic Marés (ed. bilingue),
Barcelona 2001.
NOTAS.
-En opinión de Joaquín Yarza
el trabajo más antiguo que se conoce de Alejo de Vahia es un relieve con el
motivo de la "Dormición de la Virgen"
que se conserva en la Catedral de Valencia y del que no se poseen datos de
ejecución, ni del lugar para el que fue pensado, aunque una de las hipótesis es
que fue realizado para sustituir provisionalmente al retablo mayor que se
incendió en el año 1469 y del que se conoce se comenzó a policromar en 1474. Según
Jaime Sancho Andreu "No faltan voces
discrepantes que dudan de esta atribución y otorgan la autoría a un autor
valenciano de finales del siglo XV...". De ser correcta la atribución de
Yarza, y la fecha en que fue realizado, se plantearía el problema de en que se
ocupó y donde trabajó Alejo de Vahia hasta los años de 1485-1486 en que figura ya en Becerril de Campos. Como este blog trata de escultura castellana podemos
acogernos para no considerarlo que el relieve fue realizado en Valencia.
-Con este post se da por
terminada la serie que trata de Alejo de Vahia, su taller y su escuela. No se
ha pretendido realizar un catálogo completo de la obra del escultor sino
presentar un amplio panorama donde además pudiera verse que lo que ahora
conocemos como artistas en la época medieval no eran sino correctos artesanos y
como tal eran considerados.
Me parece un trabajo impecable como todos los tuyos. Felicitaciones y te seguire leyendo con interes, para aprender de tus relatos. Saludos cordiales
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarSoy un apasionado seguidor de tu blog y de tus documentados e interesantes trabajos sobre la escultura castellana. Mi afición por el arte viene de lejos y ahora en mi jubilación puedo dedicarle todo el tiempo a esa afición. Me ustaria poder conectar contigo para poder comentar más largo y tendido sobre varias cosas.... solo te pido que mires este video que he colgado en YOUTUBE y que me des tu sabia opinión: https://www.youtube.com/watch?v=TUNwbohLa3o
ResponderEliminarEl video me parece magnífico: planificación, montaje, ritmo,... digno de ver.
ResponderEliminarAún siendo quizás atrevido te diré que no creo que alguna de las piezas sean de Alejo de Vahía... todo lo más de su escuela.
Una pequeña errata en el video: minuto 3:55, más o menos, el ángel es de Bolaños de Campos y se conserva en el Museo Diocesano de Valladolid [el de Becerril es otro].
Un saludo, y enhorabuena
Luis
Gracias por la corrección, que tendré en cuenta en una próxima re edición más depurada, ya que el vídeo surgió de una noche de insomnio...y con poca información sobre las obras que ya están aceptadas como de Alejo de Vahía ! No deja de ser un juego de palabras el título del vídeo y no pretende definir atribuciones que necesitarán de un estudio más pormenorizado..... Pero soy de los convencidos que las tres piezas son de traza del entorno de Alejo de Vahía.
EliminarSi permites una sugerencia..."De la mano de Alejo de Vahía y su escuela".
ResponderEliminarUn saludo